LA PINTADA, México (Agencias y diarios digitales). Equipos de rescate iniciaron la peligrosa búsqueda de decenas de desaparecidos por un alud de tierra en una aislada comunidad del sur de México, que sigue azotado por las extraordinarias tormentas que desde el sábado pasado causaron alrededor de un centenar de muertos.Los soldados y policías que empezaron unas precarias labores manuales de limpieza en la montañosa comunidad de La Pintada (Guerrero) ya encontraron dos cuerpos, pero otras 68 personas siguen desaparecidas desde el derrumbe de un cerro sobre numerosas viviendas, informó el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.Este deslave puede ser el más dañino de la emergencia que sufre México desde el fin de semana por el azote de dos ciclones casi simultáneos, ya que la alcaldía asegura que los pobladores recuperaron quince cadáveres antes de la llegada del equipo de rescate y coincide en que decenas más están bajo el lodo.Osorio Chong, que se desplazó en helicóptero al lugar para levantar el ánimo a los habitantes, advirtió que concluir la búsqueda bajo los escombros requerirá de días de trabajo en unas condiciones de serio riesgo, ya que del cerro desgajado sigue saliendo agua y pueden ocurrir más avalanchas.En el desolado lugar, al que solo se puede acceder por tierra tras unas siete horas de ascenso montañoso, sólo quedaban ayer unos cincuenta habitantes -adultos, niños y ancianos- mientras el resto de los 400 que tiene esta comunidad ya fueron evacuados vía aérea, constataron periodistas de la AFP.Algunos se oponen a marcharse para colaborar en la búsqueda de sus familiares desaparecidos y otros por temor a sufrir robos en sus viviendas. Autoridades les conminaban a salir por la posibilidad de infectarse ante el olor fétido que surge de los restos del deslave.IncomunicadosJosé Minos Romero, de doce años, recordó que el lunes jugaba al fútbol con otros diez amigos cuando se escuchó un estallido y “todo cayó en unos segundos”. “Me salvé porque mi mamá me habló”, reconoce el pequeño, acongojado de ser el único de sus amigos que logró escapar del deslave.En las montañas de Guerrero, la región más afectada, activistas alertaron de que hay cientos de comunidades indígenas “incomunicadas y abandonadas”.El propio Osorio Chong reconoció que en el país hay más reportes de desaparecidos, sin detallar una cifra.Antes del reporte de los dos cadáveres en La Pintada, el Gobierno mexicano dio un balance oficial de 97 fallecidos en México desde el sábado por el inusual embate por ambas costas de dos tormentas tropicales, la ya disipada Ingrid y Manuel, que aún golpea la costa Pacífico mexicana. Este doble impacto no sucedía desde hace 55 años.Los diluvios han dejado más de 200.000 damnificados, 50.000 evacuados, severas inundaciones y deslaves de tierra que mantienen a numerosas zonas casi incomunicadas como el balneario Acapulco, donde crece la desesperación entre miles de turistas que aún no han podido salir.La gravedad de las “históricas” tormentas llevó al presidente Enrique Peña Nieto a cancelar su viaje a Estados Unidos de la próxima semana.El mandatario iba a participar en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en un foro empresarial de la Alianza del Pacífico en Nueva York junto a los presidentes de Perú, Colombia y Chile, señaló a la agencia AFP una fuente del Gobierno mexicano.Manuel se debilitaMéxico aún se mantiene en alerta por Manuel y un nuevo fenómeno que avanza por la costa del Golfo de México.Manuel ingresó la semana pasada como tormenta tropical se debilitó, pero sus remanentes se fortalecieron al salir al mar y el jueves golpeó con fuerza de huracán categoría 1 más al norte en el estado de Sinaloa (noroeste).Horas después volvió a debilitarse y avanzaba como depresión tropical con vientos sostenidos de 55 km/h por la sierra sur del estado de Chihuahua (norte), fronterizo con Texas (Estados Unidos), informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).A su paso por Sinaloa, Manuel provocó la evacuación de unas 1.550 personas, inundó decenas de barrios de la capital estatal, Culiacán (más de 675.000 habitantes), el cierre del aeropuerto internacional y la muerte de dos personas en sendos municipios, reportaron autoridades locales y estatales.En el Golfo de México, donde tienen costas los muy castigados estados de Veracruz (este) y Tamaulipas (noreste), se mantienen las altas probabilidades de que una baja presión se fortalezca en un nuevo ciclón en las próximas horas, avisó el Servicio Meteorológico.Mientras tanto, miles de turistas varados desde el fin de semana pasado en Acapulco exigieron a las autoridades que agilicen la evacuación aérea de visitantes, la única forma de abandonar este balneario mexicano que sigue parcialmente inundado.Los turistas protestaron en la avenida costera y en una base militar cercana, de donde parten los vuelos del Ejército hacia la Ciudad de México.Más de 15.000 turistas han sido evacuados de Acapulco vía aérea, pero se calculaba que al inicio de las tormentas había unos 40.000 visitantes, la mayoría mexicanos.Varios equipos de técnicos trabajan para habilitar una carretera de salida del balneario, ya que las dos que existen fueron cerradas por deslaves. El horror en primera personaUn fuerte estruendo antecedió al gigantesco alud de tierra que sepultó la iglesia y escuelas de una montañosa comunidad del empobrecido estado mexicano de Guerrero (sur) donde decenas de personas están desaparecidas, narraron unos supervivientes.Numerosos deslizamientos de tierra ocurrieron desde el fin de semana pasado por los embates naturales casi simultáneos.Pero el de La Pintada, una aislada comunidad dedicada al cultivo del café, puede ser el más dañino desde el inicio de estas inusuales lluvias, ya que la alcaldía asegura que al menos provocó 15 muertos y decenas de personas pudieron quedar sepultadas bajo la tierra.Por su lado, el presidente Enrique Peña Nieto no contabilizó muertos en la comunidad, pero informó de 68 desaparecidos.Algunos supervivientes de la tragedia, evacuados vía aérea al cercano Acapulco, narraron que el alud sucedió en la tarde del lunes, cuando muchos vecinos disfrutaban de la comida hecha especialmente para las fiestas de Independencia de México, y que no pudieron pedir auxilio hasta el martes y empezaron a ser rescatados el miércoles.“Se perdió la escuela, el kinder (jardín de niños), la iglesia, todo se lo llevó” el alud, dijo Ana Clara Catalán, de 17 años, en un centro de conven
ciones habilitado como refugio al que han llegado 45 habitantes de la Pintada, en su mayoría niños. “Salimos corriendo, tronó bien feo, peor que una bomba”, recuerda.“Se derrumbó más de la mitad de La Pintada, dejó poquitas casas”, describió María del Carmen Catalán, de 27 años, tía de Ana Clara y madre de tres hijos, que fue designada para cuidar a otros seis niños durante su estancia en el refugio de Acapulco, donde también pernoctan habitantes y turistas que padecen las inundaciones del balneario.Fueron los habitantes que lograron “correr al campo” los que se salvaron de la avalancha, recuerda la joven. “Estábamos comiendo cuando todo tronó ,y al momento de caer el cerro, se jalaron (arrastraron) las casas y fue cuando tronó más fuerte”, añadió Erika Guadalupe García, otra de los 400 habitantes de La Pintada, de 25 años.García dijo también que han comenzado a salir del río del pueblo olores a cuerpos en descomposición, donde fue a parar todo lo que derrumbó el alud de tierra.El alud dejó incomunicada La Pintada y no fue hasta el martes cuando uno de sus habitantes logró pedir auxilio a un vecino de un pueblo aledaño a través de un radio.Los equipos de rescate llegaron vía aérea el miércoles y evacuaron a 287 personas. Otras 91 también serán rescatadas ante el riesgo de más aludes, dijo Peña Nieto.





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