TOKIO, Japón (AFP-NA). El primer ministro japonés, Shinzo Abe (foto), visitó ayer Fukushima y exigió a Tepco, la compañía encargada de la gestión de la central nuclear accidentada, que “fije un calendario” para solucionar el problema del escape al mar de agua radiactiva.Abe exigió a Tepco (Tokyo Electric Power) que solucione de una vez por todas “el problema del escape de agua” contaminada y “fije un calendario”, después de sus demoras en reconocer la gravedad de la situación y la fuga masiva de agua contaminada al océano Pacífico.Pero el primer ministro también es blanco de críticas, por haber afirmado el 7 de septiembre ante el Comité Olímpico Internacional (COI) que la situación está “bajo control”.El primer ministro nipón acudió a Buenos Aires para defender con éxito la candidatura de Tokio para organizar los Juegos Olímpicos de 2020 y allí aseguró que el agua radiactiva filtrada está “bloqueada en los 0,3 km2 del puerto de la central”.Estas declaraciones sorprendieron a muchos japoneses y el Nikkei, el primer diario económico del país, escribió hace unos días que las acciones emprendidas no están a la altura de la situación.“El primer ministro afirmó ante el COI que el problema del agua de Fukushima está bajo control, pero no son palabras bonitas lo que necesitamos, sino medidas concretas”, destacó el rotativo.Junto al presidente de Tepco, Naomi Hirose, y vestido de un traje de protección blanco con su nombre, Abe pasó unas dos horas en el lugar y habló con los obreros encargados de vigilar los cientos de depósitos de agua radiactiva repartidos por todo el complejo. “El futuro de Japón depende de vosotros. El Gobierno avanzará y tomará medidas concretas”, dijo a una docena de trabajadores.





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