BUENOS AIRES (Medios Digitales). La administración nacional estaría estudiando pagarle a la petrolera española Repsol un pago total y único de 1.500 millones de dólares como compensación tras la estatización de YPF.Es por el 51% de las acciones expropiadas el año pasado. Esa cifra lejos está de los 10.500 millones de dólares que había exigido la española.La idea del pago unilateral partió de la presidenta Cristina Kirchner. Según adelantó el diario La Nación, el Ejecutivo junto a funcionarios de Economía y Planificación más ejecutivos de YPF avanzan en dicho plan.El diario agregó que Argentina ya le confió a España su intención de depositar una suma determinada a favor de Repsol. Sin embargo, la respuesta fue terminante: “Se les transmitió a los enviados de la Casa Rosada que ese movimiento sólo aumentaría la hostilidad y no frenaría los juicios internacionales que ya están en marcha”.Sucede que los 1.500 millones de dólares que propone el Gobierno nacional en moneda local y al tipo de cambio oficial es sensiblemente menor a los 10.500 millones que pide el presidente de Repsol, Antonio Brufau, como resarcimiento.De acuerdo con la Ley de Expropiación, el Gobierno tiene 24 meses desde la nacionalización para determinar el precio de la petrolera. Hasta ahora pasaron poco más de 17 meses.En mayo de 2012 el Congreso aprobó por ley la expropiación de YPF. La normativa la declaró “de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos”.En la otra vereda está el presidente de YPF, Miguel Galuccio. Desde su llegada insiste en cerrar el capítulo de la expropiación. Si bien es crítico de la gestión de la firma española, cree que Argentina debe hacer un pago para que la petrolera resulte creíble para los inversores. Coincide con Kicillof en un punto: no está dispuesto a pagar ni un solo dólar más que la oferta que ya le hizo llegar a Brufau, confirmó un ejecutivo de diálogo permanente con el titular de YPF.Galuccio maneja la empresa con un ojo puesto en el mercado, por lo que quiere una salida amistosa. Considera que en Madrid no le dedicaron la atención que merecían las propuestas que hizo llegar desde su oficina en Puerto Madero.





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