JARDÍN AMÉRICA. Unos cien vecinos atacaron a pedradas la comisaría de Jardín América a última hora del lunes, en medio de una marcha espontánea en la que dejaron en claro su bronca tras la muerte de Sebastián Gómez (20). El joven falleció el último domingo por la madrugada, luego de despistar en su motocicleta en medio de un procedimiento policial de tránsito y su familia denunció que perdió el control del rodado tras ser golpeado por uno de los efectivos.Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, en las últimas horas el policía fue detenido y se aprestaba a declarar ante el magistrado Éctor Acosta, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de la Cuarta Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Rico.La declaración de dos testigos que habrían visto todo fue clave para que Acosta ordenara la detención del suboficial, de 37 años, en la noche del último lunes, prácticamente en simultáneo con la manifestación de los vecinos.Mientras tanto, la versión policial indica que el policía apresado no golpeó a Gómez mientras circulaba a toda velocidad, sino que le hizo señas para que reduzca la velocidad y el joven perdió el control en un intento por esquivarlo.En relación con el hecho, oficialmente la Policía provincial informó el último domingo sobre el deceso del joven, pero no así sobre las graves circunstancias que ahora denuncian los familiares, que desataron la investigación judicial (ver “Los hechos, a medias”).Denuncian agresiónEn principio, todo sucedió alrededor de las 3.30, en la intersección de avenida Los Pioneros casi calle Washington, en pleno centro de Jardín América y a pocos metros de la plaza Colón.Por la primera de esas arterias Sebastián Cristóbal Gómez circulaba a bordo de una motocicleta marca Imsa de 110 cilindradas, acompañado por un joven de su misma edad.La versión policial que se conoció ayer dice que en ese lugar efectivos de Seguridad Vial de la Unidad Regional IX llevaban a cabo un procedimiento que consistía en la incautación de otra motocicleta. Desde la fuerza aseguran que no se trataba de un operativo de prevención vial.De una u otra manera, lo cierto es que aparentemente en medio de la calle se encontraba un efectivo policial, dispuesto allí “por cuestiones de seguridad del mismo procedimiento”, explicó una fuente policial vinculada a la causa.Al parecer, al notar las balizas de los móviles policiales, Gómez habría intentado acelerar con el fin de evitar ser multado: otra fuente policial es la que indicó que el muchacho y su acompañante circulaban sin casco y sin luces.En ese punto es donde se dividen las versiones. Para la Policía, el suboficial apostado en la calle le hizo señas para que redujera la velocidad. El joven, al intentar esquivarlo, perdió el control del rodado y cayó pesadamente al asfalto.Sin embargo, la familia de Gómez dice otra cosa. Su padre denunció el lunes que dicho efectivo le lanzó varios golpes de puño a su hijo. Eso fue lo que habría desestabilizado al muchacho.De una u otra manera, lo cierto es que el joven derrapó unos metros más adelante, la motocicleta impactó contra el cordón cuneta y el muchacho golpeó duramente contra el asfalto. Sufrió fractura de cráneo y falleció prácticamente en el acto. Su acompañante alcanzó a presentir el desenlace y antes de que Gómez perdiera el control, saltó y escapó a la carrera.Testigos claveEn su momento, la Policía no informó absolutamente nada y todo pareció tratarse de un nuevo siniestro vial. Sin embargo, el padre de Gómez se acercó hasta la comisaría de Jardín América y radicó una gravísima denuncia.El hombre aseguró que contaba con testimonios irrefutables que indicaban que ese policía trató de golpear a su hijo mientras circulaba en la motocicleta, y que esa agresión o intento de agresión fue lo que determinó que perdiera el control de la Imsa.Fue entonces que ante las autoridades se presentaron dos testigos que, sin dudas, resultarán claves para saber qué fue lo que realmente ocurrió. Se trata de dos transeúntes que caminaban por las veredas de la zona y que coincidieron en haber visto cómo el uniformado lanzaba golpes de puño al paso del motociclista.Claramente indignadas ante esta situación, unas cien personas, entre familiares y amigos de la víctima, marcharon el lunes desde la plaza Colón hasta el frente de la comisaría de Jardín América, que funciona en el mismo edificio de la Unidad Regional IX.Fue alrededor de las 19 y los manifestantes reflejaron su bronca al atacar a pedradas el edificio e insultar a los policías presentes. La agresión no dejó heridos, pero sí daños en algunas ventanas.Ante la denuncia del padre de Gómez y la declaración de los dos testigos en sede policial, el magistrado Acosta ordenó la detención de un suboficial de 37 años, quien fue apresado una hora después, alrededor de las 20.El uniformado quedó tras las rejas y en las próximas horas será indagado por el juez que entiende en la causa. Además, desde la Policía se inició un sumario interno. La investigación continuaba anoche con el fin de establecer qué sucedió en el episodio fatal. Los hechos, a mediasEn el informe oficial, la Policía de Misiones no hizo ni la más mínima mención de que el hecho ocurrió en el contexto de un procedimiento policial.Así las cosas, la gravedad de todo subyace en el hecho de que el episodio fue presentado como si se tratara de un siniestro vial más, cuando en realidad ya se conocía de un trasfondo mucho más grave.La denuncia del padre de la víctima y la declaración en sede policial de dos testigos comprometen seriamente al suboficial involucrado, más allá de que en principio parte de la información intentó ocultarse.





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