POSADAS. El proyecto para la creación de una agencia municipal de servicios domésticos volvió a estar en el centro del debate la semana pasada, en oportunidad de una reunión entre distintos sectores sociales, sindicales, junto con la comisión de Asuntos Sociales del Concejo capitalino. El proyecto, que había tomado estado parlamentario recientemente, propone la creación de una agencia que funcione como bolsa de trabajo, en la cual las trabajadoras que se inscriban voluntariamente integran una lista calificada, que servirá entre otras cosas para que los empleadores puedan acudir para contratar a una trabajadora. Se apunta también a proporcionales capacitación diseñada para las necesidades de cada una. No obstante, a fin de que la iniciativa sea lo más abarcadora posible y que -en la medida de lo posible- sirva para satisfacer, en primer término, las necesidades reales de las empleadas domésticas, la comisión recibió a distintos referentes del área de Trabajo y a miembros del Sindicato de Amas de Casas, entre otros. Los puntos salientes de esta suerte de mesa redonda estuvieron dados por las sugerencias y acotaciones que se desprenderán de las plenarias del encuentro de la semana pasada, y que apuntan a contemplar cada una de las particularidades, para que el trabajo se profesionalice y se mejoren así las oportunidades de inserción y de los salarios que aspiran a ganar. “Una vez que nos hagan llegar todas las sugerencias, nosotros buscaremos el consenso para las modificaciones que correspondan y que nos sirvan para que la norma sea lo más abarcadora posible, y que en el plano de la realidad sea efectiva para las personas beneficiarias”, explicó a PRIMERA EDICIÓN la autora del proyecto, la edil Laura Duarte. “La idea es que la ordenanza perdure en el tiempo y que todas las acciones que se implementen reflejen su realidad y necesidades”, insistió.Trabajo previoLa titular del Sindicato de Amas de Casa, uno de los organismos referentes del sector presente en la reunión, Elida Vigo, así como los representantes de otras oficinas que trabajan en idéntica temática desde distintos ámbitos del Estado, puntualizó algunos aspectos importantes que el Sacra pudo elaborar en un trabajo que realiza desde hace treinta años.Esta entidad es, en cualquier caso, una de las que recepciona la demanda e inquietud del servicio doméstico; en vista de ello pidió generar las condiciones para el cumplimiento de la ley (ver recuadro), ya que por ejemplo las obras sociales están mostrando serias dificultades para contener y absorber al sector. En este sentido, se puso énfasis en la creación de una estructura que trabaje y re-acondicione para que esta gran población encuentre dónde recurrir para hallar soluciones.En definitiva, el proyecto contempla sustancialmente la posibilidad de que esta agencia funcione a través de la oficina de empleo que dependa de la Secretaría de Promoción y Desarrollo Económico del municipio.“Hay que resaltar la conquista que significa la promulgación de la ley nacional para el servicio doméstico, un sector tan postergado”. Indicó Duarte por su lado: “Desde el ámbito de la Municipalidad, también queremos dar un impulso a la jerarquización del trabajo mediante capacitaciones gratuitas que se ajusten a sus requerimientos reales, como por ejemplo que sepan qué hacer en caso de algún siniestro domiciliario, cómo resolver algún principio de incendio u otra eventualidad hogareña”.“Pensamos que la capacitación no pasa solamente por aprender a planchar, cocinar u otros, sino también saber cómo manejarse con la cuestión de la accidentología dentro de la casa”, remató. Algunos tropiezosLa ley -formalmente denominada Régimen Especial de Contrato de Trabajo de Casas Particulares crea un régimen laboral para las empleadas domésticas, a las que se les reconocerán los mismos derechos de los que goza el resto de los trabajadores, como vacaciones pagas, licencia por maternidad y por enfermedad, indemnización por despido y una jornada de trabajo de 48 horas semanales como máximo.Tras algunos meses de la publicación en el Boletín Oficial y su puesta en vigencia, la norma todavía se encuentra con muchos escollos para su aplicación, empezando por lo difícil que resulta que las trabajadoras hagan valer los derechos adquiridos. Para colmo se trata de un mercado con sobreoferta. La otra gran dificultad es ser admitidas por las obras sociales, que no quieren hacerse cargo.





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