POSADAS. Un hombre de 64 años fue brutalmente agredido y torturado por dos delincuentes, quienes robaron del galpón donde la víctima es sereno un camión y una máquina retroexcavadora. El violento episodio fue perpetrado el pasado sábado, a las 16, en un predio situado en el barrio Evita, al sur de la capital provincial y que funciona como obrador de una empresa constructora local. El hecho recién se conoció ayer, a las 13.30, cuando el infortunado vigilador nocturno, identificado por la Policía como Froilán Benítez, fue descubierto por un empleado que al parecer había ido a buscar uno de los vehículos. El sereno sufrió importantes golpes en la zona de la cabeza y quemaduras, que los malvivientes le produjeron al arrojarle agua caliente. Producto de las lesiones que presentaba y en estado de deshidratación, el sexagenario tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Ramón Madariaga, donde hasta anoche se hallaba internado y con pronóstico reservado. Una vez en la escena personal policial comenzó a investigar y estableció que, por algunos indicios, no se trató de un robo al voleo. En primer término los malandras sabían que el sereno al parecer esperaba a alguien y que por ello habría dejado entreabierto uno de los accesos al galpón. Aprovecharon para ingresar y sorprender a la víctima, quien solamente habría observado “dos siluetas que avanzaban hacia él”. Luego le colocaron una frazada en la cabeza y lo golpearon salvajemente, hasta que perdió el conocimiento. Antes de escapar lo ataron de pies y manos con alambres y cables y le rociaron agua caliente en sus brazos a modo de tortura. Malherido, Benítez permaneció inmovilizado durante varias horas, hasta que un camionero lo encontró. Los delincuentes huyeron a bordo de un camión Mercedes Benz 1214 doble cabina y en una máquina retroexcavadora Caterpillar 416-E. Por otra parte, se sabe que los autores del hecho contaban con información acerca de los movimientos de vehículos en el lugar (que funciona como obrador para una empresa privada de construcciones), por lo que se sospecha que hicieron vigilancia previa antes de dar el golpe. No se descarta que tanto el camión como la retroexcavadora ya fueron desguazados en algún taller para la venta de sus partes, teniendo en cuenta que no es labor sencilla ocultar rodados y maquinarias de gran porte por mucho tiempo. El trabajador nocturno reside en el lugar, ubicado en la intersección de las calles 178 y 126, del mencionado barrio, y no tiene familiares.





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