SAN VICENTE. Un pensionado de 79 años fue acribillado de seis balazos en medio de un asalto a su domicilio, perpetrado la noche del jueves, y milagrosamente sobrevivió, aunque fuentes de la investigación consignaron que su estado es delicado.En el mismo robo a mano armada, un hijo, de 49, que estaba ocasionalmente en el lugar, también resultó herido de un disparo en el brazo. En este caso, se trató de una lesión leve y su vida no corre riesgos.El septuagenario, identificado como Valentín Morais, fue trasladado primero al hospital local, luego al Samic de Oberá y finalmente, al Madariaga, en Posadas.El informe oficial indicó que, al menos hasta anoche, su estado era delicado.Al parecer, tres proyectiles, percutados por un revólver calibre 22, impactaron en el rostro del dueño de casa.El tirador, al ver al hijo, también abrió fuego contra él, hiriéndolo en el brazo. Los investigadores señalaron que el agresor desistió de seguir disparando por una sencilla razón: no tenía más balas.Entonces se retiró de la vivienda a las corridas y subió a una motocicleta, cuyo conductor lo esperaba apoyado en un cerco.Esta acción fue observada por el hijo del pensionado, llamado Juan Morais.El asalto se produjo el jueves, al filo de la medianoche, en una vivienda situada en el kilómetro 40 de la ruta provincial 13, que une San Vicente con El Soberbio.El mismo informe policial detalló ayer que las víctimas conocerían al hombre que ingresó en el domicilio y abrió fuego al percatarse que no tenían dinero.Con esta información se inició un amplio operativo en busca de los dos sospechosos, cuyo resultado hasta anoche era negativo.La principal teoría apunta a que los atacantes tuvieron la intención de acabar con la vida de Valentín, pero no contaron con que el hijo estuviera en la casa. Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, este hombre habría llegado al domicilio en forma casual, a pedirle al padre que le prestara unos pesos porque tenía un familiar enfermo.En esas circunstancias se produjo el ingreso del criminal que no dudó en disparar al percatarse que en la casa no había dinero.Quizás, intentó borrar de la faz de la tierra toda prueba y testigo, pero las balas no alcanzaron.Interviene en la causa el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, concluyó el informe policial. “Lo creyeron muerto”“Lo creyeron muerto y por eso dejaron al abuelo en el suelo. En plena retirada se toparon con el hijo y también le dispararon, pero debieron huir porque no tenían más balas”, consignó ayer una fuente de la investigación que accedió a dialogar con PRIMERA EDICIÓN.Los detectives no terminaban ayer de entender la violencia inusitada contra el pensionado, porque al fin de cuentas vivía de una renta mensual de $2000.Y más extrañados se mostraron al comprobar que faltaba mucho para que el septuagenario cobrase su emolumento.En este sentido, se investiga si la víctima tenía problemas con algún vecino o conocido. La Policía basaba su esperanza de dar con los asaltantes en el testimonio del hijo del pensionado.





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