POSADAS. Un criminal impiadoso fue detenido ayer cuando efectivizaba el segundo cobro de dinero a una mujer de 64 años, a la que extorsionaba con subir un video a Internet en el que ella aparecía teniendo sexo explícito.El extorsionador fue arrestado en el preciso momento en que se retiraba de una estación de servicios, ubicada en la intersección de las avenidas Quaranta y San Martín, con la nada despreciable suma de 10.000 pesos.No sabía que estaba siendo observado, en forma encubierta, por efectivos policiales de la Unidad Regional I y por el mismísimo juez de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo.Los uniformados, previamente, había anotado las series de los billetes para atrapar al delincuente in fraganti delito.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN explicaron que la codicia del maleante decretó su final. En este sentido indicaron que, en una oportunidad anterior, alcanzó a sacarle 18.000 pesos a la víctima. Pero no se conformó con ello. Siguió presionándola hasta que la mujer se sintió acorralada, entre la espada y la pared. Entonces, decidió acudir a la Policía y pedir ayuda. Denunció la pesadilla que atravesaba y los investigadores procedieron.Los investigadores le pidieron el dinero y anotaron los números de serie de cada billete.Luego la prepararon para que arreglara el punto de encuentro y el horario para el pago de los 10.000 pesos.Así fue como siguieron los movimientos de la mujer primero y del delincuente después.El escenario de encuentro fue la estación de servicios de Quaranta y San Martín.El sospechoso -cuyos datos filiatorios no trascendieron- comenzaba a pensar en qué gastaría el dinero cuando fue rodeado de policías de civil y uniformados.En simultáneo llegaba el juez de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo y su equipo de colaboradores.En el mismo lugar se labraron las actas y clausuró un operativo policial de alto vuelo. El inicio de la historiaLa víctima del accionar del extorsionador fue una mujer de 64 años. No se sabe si conocía o no al maleante, pero lo cierto es que este se hizo de su celular.Al parecer, el aparato contenía varios videos en que ella aparecía teniendo sexo explícito.Con el teléfono en su poder, comenzó a extorsionarla. La llamaba y amenazaba con subir las imágenes a Internet si no le pagaba el dinero que exigía.Así, con la fórmula del miedo y la intimidación, logró quedarse con un primer pago de 18 mil pesos, pero no se conformó con ello.Y esa circunstancia, de alguna manera, marcó su final.La Policía monitoreó el encuentro entre la víctima y el extorsionador y terminó deteniéndolo.




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