POSADAS. La calurosa jornada de ayer en esta ciudad subió la temperatura de los reclamos de tareferos obereños que arribaron el miércoles por la noche y de los afectados por la represa Yacyretá. En ambos casos, con viejos reclamos, retomaron las movilizaciones por las calles y confluyeron en la plaza 9 de Julio, lugar de campamento de los obreros rurales.Tareferos en luchaTrabajadores rurales de la yerba mate de Oberá, nucleados en la CCC, volvieron a protestar en Posadas. Siguen denunciando “trabajo en negro, trabas para acceder al subsidio interzafra, la no devolución de las asignaciones familiares retenidas por la Anses, la continuidad de la explotación laboral que suma en la miseria a miles de familias tareferas”. Reclamaron además la implementación del programa “Ellas Hacen”, además de un subsidio por seis meses para los trabajadores rurales que fueron empleados en negro en esta cosecha.“Hay que lograr que la asignación universal sea compatible con el interzafra y el cobro automático de un mes a otro al finalizar la cosecha, es por esto que en gran medida la gente prefiere estar en negro. Pensar que el tarefero quiere estar en negro es funcional a la patronal y el Gobierno, cuando en realidad es el Estado el que tiene que encontrar medidas acertadas para regularizar la situación”, aseguraron.Pedido de fiscalías ambientalesCon críticas hacia el accionar de la Justicia Federal, los afectados por la EBY marcharon ayer. El dirigente Brígido Olivera exigió que se cree en Misiones una fiscalía ambiental que pueda ser eficiente al momento de determinar el efecto ambiental de la represa Yacyretá sobre los pobladores de la zona. “Acá el fiscal general invierte la carga de la prueba y deja en manos de los afectados conseguir las pruebas cuando no tenemos medios ni acceso a la represa por ejemplo”, dijo a PRIMERA EDICIÓN. “Aparte, recibimos comunicación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de un pedido de prórroga del Gobierno argentino para contestar nuestros reclamos, cuando llevan treinta años de hacer las cosas mal y ni siquiera tuvieron tiempo de responder. Por eso juntamos firmas a un petitorio para entregar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero finalmente se suspendió”, explicó.Por último, Olivera pidió solidaridad de la Mesa del No a las Represas con su reclamo y ratificó que su sector se opone a la construcción de Garabí y Panambí.





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