BUENOS AIRES (Medios Digitales). El Congreso de la Nación se disponía a convertir en ley el proyecto que suspende la denominada Ley Cerrojo, a los fines de habilitar una tercera apertura del canje de la deuda externa. La iniciativa se encaminaba a ser aprobada por amplia mayoría de la Cámara de Diputados, en el marco de una sesión ordinaria iniciada a las 13.15 de ayer con la presencia de 137 legisladores.La propuesta de la Casa Rosada abre las puertas a una nueva reestructuración del canje de deuda, con el objetivo de que pueda adherir el siete por ciento de los tenedores de bonos que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 y que ahora litigan en los tribunales estadounidenses el pago nominal de los títulos. El proyecto del kirchnerismo contaba con el respaldo de buena parte del arco opositor. Así lo confirmaron horas antes del inicio del debate la Unión Cívica Radical, el Frente Renovador de Sergio Massa, el Pro y el peronismo disidente, que firmaron el dictamen del oficialismo en disidencia parcial. En tanto, los diputados del interbloque Frente Amplio Progresista, Proyecto Sur y Coalición Cívica-ARI, adelantaron su voto negativo. Los primeros dos impugnaron la legitimidad de una parte de la deuda pública contraída durante la última dictadura. “Ultraje a la dignidad nacional”El diputado y candidato a senador por UNEN, Fernando ‘Pino‘ Solanas ratificó que no apoyaría la apertura del canje de deuda porque “es un ultraje a la dignidad nacional”, dado que el pasivo es “ilegítimo”. “Es gravísimo que el Congreso quiera volver con la cadena de fraudes. Este tercer canje avala la continuidad de la cadena de fraudes jurídicos y económicos más grande que ha soportado la Argentina en su historia”, dijo el diputado. “Fracaso rotundo”El diputado nacional Alfonso Prat-Gay (CC-ARI) reconoció que no se opone a la reapertura del canje de deuda, pero arremetió contra la política de desendeudamiento encarada por el kirchnerismo, a la que consideró un “fracaso rotundo”. “No nos oponemos a la reapertura del canje si le sirve al Gobierno”, admitió Prat-Gay, aunque consideró que tanto en 2005 como en 2010 hubo “una mala estrategia de negociación”.En un recinto con escasos diputados, el cívico indicó que “la propia presidenta denominó a la Argentina como ‘pagadores seriales’, y vaya si lo fuimos”. “Cuando asumió Néstor Kirchner debíamos 152 mil millones de dólares, y la presidenta dijo que pagamos 170 mil millones, pero debemos 200 mil millones”, explicó.“Seguimos enjuiciados” El diputado nacional Claudio Lozano, del bloque Unidad Popular, denunció que pese a las reestructuraciones de deuda “seguimos enjuiciados y clandestinos por el mundo” y consideró que el fallo del juez Thomas Griesa era “absolutamente esperable”. En la sesión, Lozano precisó que “seguimos teniendo 220 mil millones de dólares de deuda publica” y sostuvo que “la reestructuración va allanando el camino para el retorno al mercado de capitales para volver a tomar deuda”.Por otra parte, opinó que “el fallo del juez Griesa es por definición un fallo anacrónico, que violenta soberanía, que va a contramano de lo que necesita la economía mundial”, pero aseveró que “en la práctica define el final de un cuento absurdo que armó este gobierno hablando de que estábamos viviendo un proceso de desendeudamiento”. ContextoLa idea de una tercera reestructuración del canje de la deuda externa surgió a raíz del fallo, finalmente apelado, del juez neoyorkino Thomas Griesa, que obliga a Argentina a cancelar en su solo pago el 100% de la deuda con los denominados “fondos buitres”. Según el Gobierno argentino, si la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos ratifica este fallo, el país volvería a entrar en default. Por eso, el Ejecutivo insistirá a los litigantes que se incorporen al canje de la deuda bajo las mismas condiciones de de 2005 y 2010.





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