POSADAS. Las autoridades del Sindicato de Luz y Fuerza y de Electricidad de Misiones SA continuaban negociando anoche la posibilidad de llegar a un acuerdo y levantar la medida de fuerza de quite de colaboración y “brazos caídos” que iniciaron los trabajadores.Mientras tanto, en la empresa, según funcionarios del área, se acumularon más de 10 mil pedidos de alumbrado público realizados por vecinos en los últimos meses. Con esta medida de fuerza, que el gremio no considera una huelga pero es casi lo mismo, los trabajadores dejaron de atender llamadas, conexiones y cortes, solamente casos de emergencia como hospitales y comisarías.El clima es hostil, ya que las bases presionan a la cúpula sindical para endurecer la protesta, pero el titular de Luz y Fuerza, Julio “Cachilo” Rodríguez, mantiene muy buena relación con el presidente de Emsa, Sergio Ferreyra, y por ello estaría evitando un endurecimiento.Los trabajadores reclaman las BAE (Bonificación Anual Complementaria) de 2011 y 2012 (que equivale a cinco sueldos por año), las horas extra, turismo y vacaciones. Y el gremio anexó otros reclamos de su conveniencia, como los aportes a la mutual, obra social y la devolución del 13% descontado.Según explicó Ferreyra, se propuso pagar las BAE en un número de “cuotas que todavía está en discusión, se propuso horas extras y vacaciones en seis cuotas mensuales”. El mayor conflicto se genera con las BAE, que los trabajadores quieren percibir en un plazo máximo de septiembre a diciembre de este año porque no quieren que se atrasen las de 2013, que deberían cobrar también a fin de año.Ferreyra reconoció el martes que la deuda asciende a 100 millones de pesos y que realizó un pedido de auxilio económico a los dos máximos referentes del Frente Renovador, el gobernador Maurice Closs y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira. Con esa ayuda le hizo la oferta al gremio, que todavía no le respondió porque los trabajadores están esperando mejores condiciones.Además, Cachilo no estuvo al frente de la negociación en los primeros días por cuestiones personales. Recién ayer retomó, indicaron desde el gremio.Anoche circuló con fuerza la versión de que las dos partes, para evitar que la bronca de los trabajadores continúe creciendo, optarían por una salida elegante que enfríe los ánimos, es así que aceptarían una intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia, al cual informalmente se le pediría que dicte una “conciliación obligatoria”.La situación tendría un marco irregular ya que el gremio no habría notificado de la medida de fuerza al Ministerio, pero esta es una actitud común en los últimos años, por ello no sorprendería a las autoridades políticas.En un duro documento gremial enviado a la empresa, Luz y Fuerza expresa que “nuestros afiliados ven con preocupación la demora en la que incurre la empresa y como trabajadores de la misma su único objetivo es percibir sus haberes en forma íntegra, es decir, el total de los mismos en tiempo y forma”.“La gravedad de la cuestión radica no solo en el atraso pronunciado en el pago en que está incurriendo Emsa, sino también que justamente este atraso, por lo prolongado, ocasiona una importante pérdida de poder de las remuneraciones adeudadas a nuestros afiliados, por lo cual, la demora en cuestión ya no admite dilaciones”, se agrega.Remarca el documento que “nuestros afiliados ya no están dispuestos a continuar siendo ‘agentes de financiamiento’ de la empresa, toda vez que el esfuerzo realizado por los mismos viene ya de larga data y la situación ha llegado a un punto en el que ya no se encuentran dispuestos a continuar financiando con sus remuneraciones a su empleadora”.





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