POSADAS. ¿Ruleta rusa u homicidio? Esa es la pregunta que desvela por estas horas a los investigadores que intentan esclarecer las circunstancias de la muerte de Andrés Barrios, el chico de catorce años que falleció el sábado pasado de un balazo en la cabeza.Hasta aquí, parecen inclinarse por la teoría de una ejecución. Es decir, Barrios habría sido baleado. No se habría descerrajado el disparo jugando a la ‘ruleta rusa’ con los otro cuatro hombres que lo acompañaban la trágica madrugada del pasado día 7.De hecho, la Justicia imputó e indagó por el supuesto delito de “homicidio simple” al único detenido que tiene la causa hasta el momento.Se trata de un joven conocido como “Huevo”, de 22 años, sindicado como principal sospechoso en la causa que se tramita en el Juzgado de Instrucción 1 a cargo del magistrado Marcelo Cardozo.Las contradicciones en que habría incurrido este joven y los puntos oscuros de su coartada parecieran haber incrementado las dudas sobre él.Un testigo habría asegurado que entró al baño de la casa, ubicada en el barrio Santa Rosa, y desde adentro escuchó el estruendo de la detonación. Cuando salió, observó a “Huevo” a un costado del cuerpo agonizante de Barrios. Cuando vio que la víctima se moría, desapareció del lugar y se llevó el revólver con el que, supuestamente, jugaban a la ‘ruleta rusa’.Justamente, la Policía regresó al escenario de la tragedia y halló el plomo del proyectil, pero no el arma de fuego.Fue “Huevo” el que habría posicionado la teoría de la ‘ruleta rusa’, pero los otros testigos la niegan enfáticamente.La situación del muchacho es complicada. En su declaración indagatoria habría incurrido en puntos oscuros.Por ejemplo, si se trató de un hecho desgraciado porqué razón se llevó el arma. Y sobre todo, qué hizo con él.No llamó a la Policía, sino subió a su moto (muy particular por cierto -roja, verde y con dibujos de pequeñas plantas de marihuana en el chasis-) y se trasladó hasta la casa de un empleado de su hermano (posee un corralón de materiales de construcción).Allí habría pedido auxilio. Él dijo que se cambió de ropa porque estaba empapada con la sangre de la víctima y que la mujer del dueño de casa la quemó, por ese motivo precisamente.Sin embargo, la Justicia citó a declaración testimonial a la mujer y esta habría manifestado todo lo contrario: que prendió fuego a las vestimentas ensangrentadas por pedido del ahora imputado.Mientras la Policía continúa la búsqueda del arma, los peritos de la Dirección Criminalística trabajan sobre el plomo del proyectil para confirmar si salió de un revólver calibre .32 o .38.En simultáneo trascendió otra arista, escalofriante como este caso. En el bajo mundo del delito se practica ‘la ruleta rusa’ no como un juego macabro de diversión, sino por gruesas cantidades de dinero o drogas. No está confirmado que haya ocurrido el sábado trágico en la vivienda del barrio Santa Rosa; pero sí se sabe que en el encuentro corrió alcohol y marihuana. El sospechoso fue sometido a la prueba de reabsorción atómica que buscará determinar si él disparó el arma o no.





Discussion about this post