BRASILIA, Brasil (Agencias). La presidenta Dilma Rousseff quiere incluir en la legislación brasileña algún tipo de mecanismo que permita suspender las operaciones de las empresas que cooperen de alguna manera con los esquemas y servicios de espionaje internacional.Estas medidas fueron debatidas a principios de semana por la mandataria brasileña y los ministros que de alguna manera se vieron afectados por las escuchas llevadas a cabo por el servicio de Inteligencia de Estados Unidos.“Todas aquellas entidades que colaboren con ese tipo de servicios tendrán las licencias para operar en Brasil canceladas”, sentenció el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, según publicó el portal “Estadao”.Así, Bernardo apuntó que podría tratarse de “un banco o una empresa telefónica”. Por su parte, Rousseff le encomendó fortalecer la red interna de comunicaciones del Gobierno, pues todavía muchos de sus trabajadores utilizan servicios vulnerables de ser cómplices del espionaje internacional.Del mismo modo, Rousseff también le reiteró al ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, la necesidad de revisar junto a su compañero de Comunicaciones las leyes relacionadas con la seguridad de datos personales e internet, en incluir modificaciones como este veto a las empresas susceptibles de colaborar con ilícitas prácticas de vigilancia.En concreto, el Gobierno quiere obligar a las páginas web extranjeras a almacenar los datos de sus usuarios brasileños dentro del país y no en Estados Unidos, como ocurre en el caso de la red Facebook.En tanto, el Ministerio de Exteriores de Brasil llamó “al embajador de Estados Unidos, Thomas Shannon, para explicar los hecho”, informó a la AFP un portavoz de la Cancillería.La presidenta Rousseff convocó a varios ministros para abordar el asunto, tachado de “inaceptable” por el titular de Justicia, José Eduardo Cardozo. Fueron convocados, entre otros, los ministros de Defensa, Celso Amorim; Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, y de Justicia, informó a la AFP una fuente del gobierno.“Estamos en una situación de emergencia a causa de esas denuncias de espionaje”, dijo el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Gilberto Carvalho, antes de la reunión y citado por el diario “O Estado de São Paulo”.Si las informaciones son confirmadas, se trataría de una situación “inaceptable”, dijo el ministro de Justicia brasileño, a la televisión la noche del domingo.El Senado de Brasil instaló ayer una comisión parlamentaria de investigación sobre las denuncias de espionaje estadounidense y la participación de empresas, informó la senadora Vanessa Grazziotin, a la agencia oficial de la Cámara alta.El presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, Ricardo Ferraço, clasificó de “violencia inadmisible” el espionaje a la presidenta atribuido a Estados Unidos y criticó “la falta de límites” de ese país.También la comisión de Exteriores de Diputados indicó que llamará al ministro de Justicia a explicar las nuevas denuncias.Consultada por la AFP, la embajada estadounidense declinó hacer comentarios sobre la reunión del embajador en la mañana del lunes en la cancillería de Brasilia.Un vocero de la presidencia mexicana consultado por la AFP también indicó que ésta no comentaría el asunto por el momento. Dilma Rousseff tiene prevista una visita de Estado a Washington en octubre próximo.





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