WASHINGTON, Estados Unidos (Medios Digitales). En 2011, un ejército de hackers estadounidenses lanzó 231 ataques contra objetivos enemigos, según revelan recientes documentos filtrados por el ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) Edward Snowden, que detallan el incremento bajo la administración de Barack Obama de las acciones de grupos de ciberguerreros encargados de infiltrar redes enemigas. Esto descalifica el papel de víctima que venía representando Washington ante las incursiones piratas chinas.En este nuevo escenario, la primera potencia militar en el mundo real parece no estar dispuesta a ceder terreno en el universo virtual. La NSA cuenta con un proyecto con el nombre en código de GENIE, que dispone de un ciberejército y un presupuesto de 652 millones, según un informe de The Washington Post, que se basa en documentos financieros de la controvertida agencia de espionaje, robados por Snowden.Los documentos de Snowden revelan que casi tres de cuatro de las 231 incursiones de 2011 estaban dirigidas a objetivos de alta prioridad en Irán, Rusia, China y Corea del Norte, y pretendían interferir en las actividades nucleares de algunos de estos países.Las ciber operaciones estadounidenses tienen la intención de recopilar datos y afectar el comportamiento de las computadoras y redes de sus adversarios. El grupo que se encarga de estas actividades ofensivas se denomina TAO, que reúne a los más graneado de los ciberespías de la NSA. Aunque existen sucursales en Fort Meade, Georgia, Texas, Colorado y Hawaii, donde trabajaba el topo Snowden, la mayoría de ellos viven en un lugar conocido como Remote Operations Center.La doctrina de ciberespionaje estadounidense además contempla “operaciones en el terreno”, para colocar implante de hardware y software “mal intencionados”.





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