WASHINGTON, Estados Unidos (AFP-NA). El secretario de Estado John Kerry, lanzó una campaña mediática basada en pruebas obtenidas por Estados Unidos sobre el uso de gas sarín en Siria, con el objetivo de convencer a un Congreso reticente a aprobar un ataque contra el régimen de Asad.“Si el Congreso es justo, apoyará al presidente”, esperaba el Representante demócrata Eliot Engel antes de la reunión de información a puertas cerradas en el Capitolio, pero advirtió que “no se puede impedir que los congresistas se lancen a un combate político para tratar de hacerlo caer o debilitarlo”.Revirtiendo décadas de decisiones presidenciales, el presidente Barack Obama sorprendió el sábado al requerir formalmente una autorización del Congreso para el uso de la fuerza militar en Siria, una apuesta arriesgada, ante la escasa cooperación exhibida entre el Ejecutivo y el Legislativo.Pero Kerry, al hacer la ronda en los programas dominicales de televisión, estimó que sería inconcebible que los congresistas no estuvieran a la altura de la situación, cuando reanuden sus sesiones a partir del 9 de septiembre.Para convencer a sus ex colegas, Kerry, quien ocupó una banca en el Senado durante 28 años antes de asumir la jefatura de la diplomacia estadounidense, presentó un nuevo argumento al afirmar que Washington obtuvo, independientemente de la ONU, muestras capilares y sanguíneas que contienen rastros del agente neurotóxico sarín.Esas muestras fueron obtenidas por el personal de primeros auxilios en el terreno, precisó el departamento de Estado.La Casa Blanca había publicado el jueves un informe elaborado por los servicios de inteligencia estadounidenses, que concluye que hay una “fuerte certeza” de que el régimen sirio usó armas químicas en el ataque perpetrado a las afueras de Damasco el 21 de agosto.“No creo que mis ex colegas en el Senado y la Cámara de Representantes le den la espalda a nuestros intereses, a la credibilidad de nuestro país, a la norma sobre la prohibición del uso de armas químicas”, dijo Kerry a la cadena NBC. Se fortaleció la postura de Putin La sorpresiva decisión del presidente Barack Obama de solicitar el aval del Congreso a un ataque contra Siria fortaleció la posición de Vladimir Putin en vísperas de la cumbre del G-20, que Moscú quisiera utilizar para hallar una solución al conflicto sirio.“Obama resultó ser incapaz de responder a un desafío” lanzado por el presidente ruso, que se pronunció sobre el conflicto sirio “apenas unas horas antes del discurso de su homólogo norteamericano”, estimó el analista Alexander Gorbenko.“Putin puso de antemano en tela de juicio la eficacia de las medidas militares que Estados Unidos preconizaba (…) y Obama dio marcha atrás”, agregó Gorbenko en una columna publicada en el portal de análisis político Odnako.org.“Ahora queda claro que el punto de vista de EEUU sobre el conflicto sirio está muy lejos de ser el más popular en la cumbre del G-20” prevista en San Petersburgo los 5 y 6 de septiembre, sobre todo después del inesperado rechazo de Londres.





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