WASHINGTON, Estados Unidos (Agencias y diarios digitales). Desde la misma escalinata del monumento a Lincoln en las que hace exactamemte 50 años Martin Luther King pronunció su histórico discurso “Tengo un Sueño”, sobre la igualdad racial, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, Barack Obama, rindió ayer un homenaje a su figura y a los que, como él, lucharon por los derechos civiles: “Porque ellos marcharon, América cambió y, más tarde, también la Casa Blanca cambió”.Así ensalzó Obama las palabras del reconocido activista, a la vez que recordó cómo miles de personas marcharon a la capital para reivindicar sus derechos y lograr que “todos los hombres fueran iguales”. Obama, atareado en los últimos días tras el mortíferos ataques químicos contra civiles sirios que podría desembocar pronto en una intervención militar contra el régimen de Bashar al Asad (ver páginas 18 y 19), defendió el hecho de que, aunque se ha avanzado mucho, estos objetivos de igualdad “siguen sin cumplirse”. No obstante, el presidente reiteró cómo el discurso de Luther King hizo a “América más libre y más justa”.El texto de Luther King tal vez sea “uno de los cinco mejores discursos en la historia de Estados Unidos. Y las palabras que pronunció en ese momento, cuando los desafíos eran tan importantes, y la manera en que alimentó las esperanzas y los sueños de toda una generación, a mi entender, no tienen parangón”, insistió el Presidente. “Con sus palabras Luther King dio una voz poderosa a las tranquilas esperanzas de millones” de personas, destacó.Por su parte, la líder sindicalista hispana Dolores Huerta ensalzó “el poder del pueblo” durante los mismos actos.“La única forma de terminar con la discriminación contra los negros, contra las mujeres, es hacerlo en cada comunidad. Hay que educar y movilizar”, dijo la octogenaria Huerta, cofundadora del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Estados Unidos (UFW, en inglés).Huerta dio las gracias a King, asesinado en 1968, y a todos los que luchan día a día por los derechos civiles. “¿Quién tiene el poder? Nosotros tenemos el poder”, exclamó ante la multitud congregada frente a las escalinatas del Monumento a Lincoln. La reconocida activista hispana también entonó, en español, el “sí, se puede” de la campaña electoral de Obama de 2008 y animó a los asistentes a seguirla.Los ex presidentes demócratas Jimmy Carter (1997-1981) y Bill Clinton (1993-1997 y 1997-2001) participaron ayer en la celebración en la que defendieron su legado.Carter, ganador del premio Nobel de la Paz, aseguró que Luther King es sin duda uno de los más grandes líderes, comparado con los mismos Padres Fundadores; remató su participación asegurando que el sueño de Martin “sigue vivo”.Por su parte Clinton se concentró en los retos que aún quedan por conquistar, aunque es seguro que el sueño que de Luther King se han cumplido poco a poco en estos últimos 50 años.ContextoEl 28 de agosto de 1963 el activista consiguió reunir a cientos de miles de personas en medio de las luchas por la igualdad racial y mayores oportunidades para la población afroamericana. El discurso de Luther King había reunido a unas 250.000 personas y su famosa letanía “I have a dream” (“Tengo un sueño”) expresaba su deseo de ver a las diferentes comunidades reconciliadas.En su discurso en 1963, King había presentado cuatro principales quejas: la discriminación racional llevada a cabo por empresas privadas y por gobiernos locales, las barreras que dificultaban el voto de la población negra, el injusto trato de la Policía y los impedimentos para una mayor movilidad y unas mejores oportunidades económicas.La oratoria de King fue acogida con entusiasmo por la multitud, y sembró el temor en el FBI, que desde entonces sometió a una estrecha vigilancia al predicador negro, bajo sospechas de vinculación con el Partido Comunista. Desigualdades que persisten“I have a dream” (“Tengo un sueño”), la histórica declaración que King pronunció en la “Marcha en Washington”, en agosto de 1963, fue el empujón que hacía falta para materializar un cambio demandado durante meses. La “Marcha en Washington” del 28 de agosto de 1963 era el colofón de un “verano del descontento negro”, en palabras de King.Un año después, el presidente Lyndon Johnson firmó la Ley de los Derechos Civiles y en 1965 aprobó la Ley del Derecho al Voto, mientras los movimientos sociales de todo el país se apoyaban en las palabras de King, en especial tras su asesinato en 1968. La frase “I have a dream” tampoco tardó en convertirse en un eslogan fuera de Estados Unidos: se coreó en el movimiento contra el “apartheid” en Sudáfrica, se inscribió en el muro de Berlín y el construido por Israel en Cisjordania, y se blandió en pancartas durante las protestas en la plaza pequinesa de Tiananmen en 1989.El discurso estuvo presente prácticamente en todas las luchas por la libertad en el mundo… Y sigue siendo el motor de miles de luchas en todo el planeta. La desigualdades de las que hablaba el reverendo cincuenta años atrás persisten no sólo en Estados Unidos, sino en cada rincón del globo. Y no tienen que ver nada más que con el color de piel, sino con diferencias de género, con ciudadanos de primera y segunda, con países desarrollados, emergentes y subdesarrollados, con un mundo que deja de ser unipolar para transformarse en multipolar, aunque sosteniendo -y en algunos casos acentuando- diferencias que corroen a los sectores más vulnerables.





Discussion about this post