OBERÁ. En esta semana de frío intenso, muchas personas en situación de calle no la pasaron bien, algunas encontraron refugio otras no. En esta ciudad, para prevenir situaciones que pongan en riesgo la vida de estas personas en época invernal, el municipio dispone de un refugio para indigentes ubicado en el predio. El hogar de noche o refugio funciona desde hace dos años en el ex Club Vanguardia, luego de una convenio firmado entre la Municipalidad y el Obispado, que cedió el predio.Actualmente hay capacidad para quince personas, entre ocho y diez indigentes pasan la noche en el lugar donde desayunan, almuerzan y cenan. De lunes a viernes la Municipalidad trae el almuerzo, y los fines de semana reciben los ingredientes para preparar lo que van a comer.El responsable de la guardia urbana, Marcelo González, precisó que “en la noche del lunes que fue una de las más frías del año, 12 personar durmieron en el hogar. Gracias a la difusión de la tarea que desarrolla la guardia urbana, muchos vecinos en forma anónima donaron frazadas, yerba, ropa, pan y pizzas. Nos llevaron una gran cantidad de libros, como son muchos los que pueden usar en las aulas los vamos a donar a escuelas de la zona”, dijo.Un grupo de alumnos de un instituto terciario de Oberá está organizando una cruzada para pintar el refugio, “como ellos, muchos se acercan a colaborar. En el lugar donde estaba la parrilla prenden un fogón para calefaccionar el lugar, muchos no duermen, se quedan cerca del fuego toda la noche, desayunan y salen a hacer su vida. A las 12 se sirve el almuerzo que trae la Municipalidad, a la noche vienen solos, ya no tenemos que ir a buscarlos, a penas oscurece van llegando para cenar y dormir”, agregó Gonzaléz.Por su parte, desde la Municipalidad Carlos Schulz, director de asuntos barriales “después de la intensa lluvia del fin de semana, recibimos un solo pedido de chapa de cartón. La guardia urbana sigue trabajando muy bien con la gente que vive en situación de calle, van al refugio donde reciben comida caliente y abrigo. Con este frío la mayoría va por motus propio, había ocho personas que iban permanentemente y otros que se suman en forma alternativa. En casos puntuales de ancianos o gente muy necesitada se entregan frazadas y se va solucionando el problema, creímos que íbamos a tener más demanda. Se les hace una vivienda y se los asiste, puede ser que por eso hay menos pedidos que en años anteriores”.Actualmente hay capacidad, el hogar es para doce personas, entre ocho y diez indigentes pasan la noche, desayunan, almuerzan y cenan. De lunes a viernes la Municipalidad trae el almuerzo, y los fines de semana reciben los ingredientes para preparar lo que van a comer.“Tenemos heladeras prestadas y viejas, cocinas viejas, la Municipalidad colocó bancos y roperos, inclusive, del vivero municipal entregaron plantines de flores y armaron un jardín que ellos mismos cuidan. En la parte de atrás armaron una huerta donde plantaron cebollita, perejil, lechuga y otros. Toda la gente que va al refugio es mayor de 48 años, trabajar en la huerta o el jardín les hace muy bien porque se sienten útiles”, finalizó González.





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