POSADAS. Pinceladas cargadas de emociones, creaciones hechas desde el corazón y una bendición anhelada hacen que la muestra titulada “Los colores del sentimiento”, de Graciela Lo Celso de Artundo, tenga un halo muy especial. Óleos, tapices, máscaras y el retrato del papa Francisco integran esta muestra que permanece abierta al público en el Museo de Bellas Artes Juan Yaparí (Sarmiento 319) de esta capital. Y fue el retrato del Papa, que además de ser el centro de atención de los espectadores, fue el punto de partida a una experiencia inolvidable que Graciela compartió con PRIMERA EDICIÓN. “Le escribí al Papa y me contestó”, expresó la artista, que aún no sale del asombro. “El cuadro del Papa es lo más maravilloso que pude hacer y surgió a raíz de que cuando recién asumió Francisco, en las paredes del Instituto Jesús Niño, donde estudian mis nietos, no había todavía ninguna foto de él, entonces dije ‘voy a hacer un cuadro para el colegio’”. Conseguir la dirección a donde enviar la carta le llevó un tiempo, hasta que la carta salió desde Posadas rumbo al Vaticano. “Al Papa le conté que pinté un retrato de él para el colegio de mis nietos y que el día en que entregue el cuadro a la escuela, como va a haber un acto, quería que mi nieto de ocho años pudiera leer su respuesta. Además, le mandé una foto de su cuadro, la invitación y él me contestó por correo tradicional, a través de su asesor. Y fue hermoso recibir la Bendición Apostólica, que para nosotros fue un orgullo y un honor… maravilloso, para mí fue una alegría tan grande”, relató con una sonrisa y una alegría inigualable la artista. Máscaras, óleos y tapices“Los colores del sentimiento” cuenta con óleos, máscaras y tapices. En cuanto a las máscaras, Lo Celso de Artundo comentó que “me personifiqué a mí misma, por una enfermedad que tuve: la primera se llama ‘Tristeza’, la segunda ‘La primavera’, porque decía que me iba a curar y finalmente me curé, así que la tercera máscara se llama ‘La era de oro’”, contó. Además, a la entrada se puede apreciar un mandala que se llama “Sanación”, que tiene “un ‘8’ en el centro y es en homenaje al ‘8 de mayo de este año, día en que dejé de tomar todos los remedios. Para mí la pintura es una terapia y ya estoy sana, estoy curada”, afirmó.Oleos inspirados en sus nietos y tapices con mandalas le dan fuerza a esta muestra. A pura emoción“Siempre digo que soy una mujer excesivamente emocional, saco todo de adentro mío y así como saco de adentro mío y pinto, saco de mi interior, por eso la muestra se llama ‘Los colores del sentimiento’, también a mis alumnos le he enseñado a sacar lo de adentro y poder expresarlo”, manifestó Graciela, quien encuentra en el arte una vía directa de expresión de sus sentimientos y de exteriorizar su mundo interior. Un cuadro de Jesús, que pintó luego de la partida de su padre, la vitalidad de sus nietos y un retrato de Hermes Binner, a quien admira como político, hacen que la muestra tenga su sello de inicio a fin. “Aunque no conozca al Papa o a Binner, admiro cuando las personas son cristalinas, la trayectoria y las obras que hacen me motivaron a pintarlos”, reveló Graciela, quien nació en Rosario y hace muchos años adoptó a Misiones como su tierra.“Mi pintura es totalmente emocional, como yo soy emocional, para mí el arte es vida, es energía pura”, manifestó Graciela Lo Celso de Artundo, quien por último explicó que la muestra lleva el nombre de “Los colores del sentimiento” porque “utilizo el color como vehículo expresivo y así, en cada pincelada pongo mi carga emocional, es por eso que, en cierta forma, cada obra traduce un estado de ánimo, expresando así un movimiento interior. Todo lo visible y concreto que se puede ver es la expresión de una idea de mi interior, es la necesidad de plasmar mi mundo, mis esperanzas y mis temores mediante imágenes”, finalizó la artista. La carta más esperadaAl terminar de pintar el cuadro del papa Francisco, Graciela Lo Celso de Artundo se aventuró a escribir una carta al Santo Padre, en la que además de enviarle una foto del retrato y de contarle que la obra sería obsequiada al Instituto Jesús Niño de Posadas, le expresó su máximo respeto y admiración. El anhelo de recibir una respuesta estuvo latente y en breve se hizo realidad a través de una carta que llegó vía correo tradicional. “Le escribí al Papa y me contestó”, contó con emoción la artista y luego acercó a este diario la nota que colmó de alegría a ella y a su familia. La misiva con la esperada respuesta fue remitida desde el Vaticano, con fecha del 13 de julio de 2013, y reza: “Estimada en el Señor: Animado por los sentimientos de filial devoción, ha tenido a bien enviar al Santo Padre Francisco una amable carta, acompañada por un signo de cordial aprecio. El Papa agradece esta muestra de deferente cercanía y suplica que continúe rezando por él y por los frutos de su servicio a la Iglesia, al mismo tiempo que le imparte con particular afecto la Bendición Apostólica, que extiende complacido a sus familiares y demás seres queridos. Aprovecho gustoso la oportunidad para manifestarle mi consideración y estima en Cristo”. Así concluye la carta dirigida a Graciela Lo Celso de Artundo, firmada por monseñor Peter B. Wells, asesor del Santo Padre de la Iglesia Católica.





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