SANTIAGO DE COMPOSTELA, España (AFP-NA). Centenares de personas rindieron homenaje ayer a las 79 víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela en un funeral en la catedral de la ciudad, lugar célebre de peregrinación mundial que estos días se ha teñido de luto.El día después de que el conductor, Francisco José Garzón Amo, fuera imputado por 79 presuntos homicidios imprudentes, las familias de las víctimas acudieron a la catedral acompañados por miles de personas que se congregaban en los alrededores.Mientras las campanas tocaban, el príncipe heredero, Felipe, su esposa, Letizia, y el jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, oriundo de la ciudad, llegaban al edificio vestidos de riguroso luto.“Familias que habéis perdido a vuestros seres queridos: desde el primer momento os hemos tenido en nuestro corazón, como también os han llevado en su corazón Galicia, España y tantas personas más allá de nuestras fronteras”, dijo en su homilía el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, a los presentes, muchos cabizbajos y sin poder contener las lágrimas.La adyacente plaza del Obradoiro, escenario desde el jueves de un homenaje espontáneo a las víctimas con flores, velas y ofrendas, se llenó poco a poco, mientras miles de personas seguían el funeral mediante una pantalla en la cercana plaza de Quintana.“He venido aquí porque soy de Santiago y porque tengo personas muy próximas que murieron en el accidente y conozco a sus familias”, dijo Mari Carmen Figueroa.





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