GARUHAPÉ. Una abuela perdió la vida de manera trágica en la mañana de ayer, después de que explotara el bidón con nafta que manipulaba mientras intentaba encender un horno a leña. Las llamas avanzaron sobre su cuerpo y le provocaron gravísimas quemaduras que le costaron la vida minutos después del hecho.Fuentes policiales informaron que todo sucedió durante la mañana de ayer, en Colonia San Miguel, unos quince kilómetros al este de Garuhapé, en la vivienda que Petrona Sosa (87) habitaba junto a sus familiares.Al parecer, el esposo de la mujer, de 72 años, y una de las hijas de la pareja, de 30, salieron de la vivienda hacia la zona urbana. Fue entonces que la víctima fatal, de origen paraguayo, se dispuso a encender un horno a leña que se encontraba en el interior del inmueble familiar.Como lo hacía prácticamente a diario, Sosa tomó un bidón con unos cinco litros de nafta que utilizó para iniciar el fuego. Los detectives sospechan que fue entonces que, ya con las llamas, el calor entró en contacto con el fluido y produjo la explosión del recipiente plástico.El fuego se apoderó rápidamente del cuerpo de la jubilada, quien desafortunadamente no pudo escapar y pereció segundos después carbonizada. Las llamas se extendieron por la cocina y provocaron daños materiales menores.El dantesco cuadro fue descubierto varios minutos después, cuando el esposo y la hija de Sosa regresaron a casa. Al abrir la puerta y observar la cocina, hallaron el cuerpo sin vida de la infortunada mujer.De inmediato dieron aviso a la comisaría de Garuhapé, por cuestiones de jurisdicción. Los policías llegaron alrededor de las 9 junto a Bomberos y hombres Criminalística de la Unidad Regional IV, con asiento en Puerto Rico. Ya no había nada que hacer.En la escena los uniformados realizaron las pericias de rigor y secuestraron el bidón de plástico, totalmente derretido y un reloj pulsera metálico con las agujas “clavadas” en las 7.05. Todo indica que el funesto hecho se produjo a esa hora.Por orden del magistrado Éctor Acosta, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de la Cuarta Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Rico, el cuerpo fue sometido a pericias y posteriormente entregado a sus familiares para guarda y custodia. En tanto, en la comisaría de Garuhapé se instruye una causa caratulada como “accidente fatal”.





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