POSADAS. La cúpula del Frente Renovador prepara nuevos cambios en el Ejecutivo provincial a partir de diciembre. Los que pensaban que la barrida de la escoba había terminado se equivocaron porque, al parecer, recién comienza.Es lo más natural teniendo en cuenta que hay numerosos ministros y otros funcionarios que llevan diez años en el ejercicio del poder al más alto nivel y, si bien las palabras aburguesamiento o comodidad suenan fuerte, salieron de la propia conducción en dirección a sus dirigidos.En principio se darían cambios en el Ministerio de Gobierno, el más caliente en los últimos tiempos, donde se movería a Jorge Franco y se escucha con firmeza la posibilidad de ascenso del subsecretario Julio Lenzken, que dejaría vacante el puesto en la Subsecretaría de Seguridad y Justicia, que posiblemente ocupe un legislador al cual se le vence el mandato. Franco no sería retirado de la política ni mucho menos, ya que es considerado un funcionario confiable para los dos líderes de la renovación; sino que podría pasar a un lugar que ya conoce y gestionó en años anteriores, como el Instituto de Previsión Social.En el Ministerio de Desarrollo Social también habría movimientos. A la salida del subsecretario de la Juventud se sumaría en diciembre la del ministro Joaquín Losada, quien podría desembarcar en Gobierno u otra cartera ministerial, no de menor rango pero sí cambiando de actividad.Finalmente, entre los movimientos en la primera línea se comenta en el entorno de los máximos dirigentes que la clossista Sandra Montiel sería corrida del IPS para ser destinada a otro organismo con otras funciones.En ninguno de los casos se tratarían de castigos, pero se pretendería desde la cúpula gubernamental oxigenar algunos espacios con el cambio de la conducción, que conlleve generar otro ritmo de trabajo en áreas claves. Derechos Humanos también estaría en la mira, así como otras subsecretarías y áreas vinculadas a la producción y el agro. Hay acuerdos políticos que obligan a los cabecillas del movimiento político a respetar determinados espacios de poder y el reparto equitativo de las cajas. La torta se reparte entre peronistas, radicales, independientes, gremios, entre otros. Además de los últimos sectores sumados a la renovación, que ya estarían alcanzando los doce partidos políticos.“Son muchos invitados a un cumpleaños con una torta que puede quedar pequeña si las porciones no se dividen como corresponde”, ironizó un avezado dirigente de perfil bajo que tuvo activa participación en la campaña de concejales oficialistas.Otros cambios de menor renombre se preparan en Turismo, Ecología, Educación y Cultura y algunos cargos de segunda línea vinculados al agro, como el té. Todavía falta designar a un director para el ingenio azucarero y el área de Tabaco.Por último, fuentes del Gobierno aseguran que es prácticamente un hecho el desplazamiento de Sergio Ferreira de Emsa, quien llegó con determinadas instrucciones y las cumplió a medias, porque luego se dejó manipular por el gremio de Luz y Fuerza y cedió la mayor cuota de poder a Julio “Cachilo” Rodríguez, al solo efecto de evitarse inconvenientes con los trabajadores.Se estima que varios de los que ocuparán las vacantes saldrán de los legisladores que terminen mandato el 10 de diciembre.





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