BUENOS AIRES (NA). El portero Jorge Mangeri, único imputado por el crimen de la adolescente Ángeles Rawson, se negó ayer a contestar preguntas durante una pericia psiquiátrica y psicológica.El portero no contestó ninguna de las preguntas formuladas por peritos en el Cuerpo Médico Forense, al considerar que se trataba de una acción “invasiva”.Tras efectuar una serie de consultas con sus abogados, el trámite, que incluía preguntas sobre la sexualidad del acusado, no se llevó a cabo y Mangeri volvió a ser trasladado a la Cárcel de Ezeiza.El perito de la defensa Adolfo Méndez sostuvo que Mangeri comunicó que no iba a contestar ninguna de las preguntas por consejo de sus abogados. Al ser consultado por la prensa sobre la razón de la negativa, el profesional indicó que tiene que ver con “el carácter de las preguntas y en que no están basadas en una prueba”. La pericia iba a inquirir sobre la “conducta-sexual” del portero, “sus vínculos afectivos, organizacionales a nivel familiar, clima emocional, dinámica grupal, dinamismos intrapsíquicos y roles inconscientes estereotipados”. El juez Javier Ríos también pidió datos de posibles “trastornos sexuales, de deseo sexual, de la excitación sexual (trastorno de erección o impotencia) y parafilias” en torno al imputado.“Es una de las pericias más injuriantes que se ordenó a la largo de mi vida profesional”, advirtió el abogado Miguel Ángel Pierri. El letrado aseguró que aportará un testigo que “vio lo que nadie vio”. Por otro lado, si bien dejó a entrever que mantiene su presunción de inocencia en cuanto a su defendido, también admitió sus dudas sobre el relato que le hizo Mangeri sobre los hechos. “El portero me contó su verdad. Yo tengo una versión de Mangeri de ese día lunes y no me convenció… y por eso no lo hice declarar, pero ni por ventura lo hago autor”, expresó el abogado.





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