OBERÁ. Desde el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Samic de esta ciudad, Eduardo Gorostiaga manifestó su preocupación porque “en los últimos años aumentó la cantidad de embarazos adolescentes”. Asimismo señaló la importancia de la educación sexual y la planificación familiar como estrategias comprobadas para evitar los casos.Actualmente del total de partos atendidos en el Samic casi el 37% es de niñas de 11 a 19 años de edad. “Hay una franja de entre 14 y 17 años donde es mayor el número de casos”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el funcionario. Además señaló que “el perfil de las niñas es complejo: son de los sectores más desprotegidos social y económicamente, y apenas tienen terminada la escuela primaria”, agregó señalando que “también hay casos de adolescentes de clase media embarazadas”. Los números son datos contundentes y sin dudas marcan un parámetro para analizar esta creciente problemática social. Máxime cuando las niñas embarazadas son menores de catorce años, ya que en estos casos se puede estar ante un delito denominado estupro. Este se produce cuando un mayor de 18 años mantiene relaciones sexuales con una persona menor de catorce años, ya que la ley considera que existe una relación desigual donde un adulto se está aprovechando y está sometiendo a la niña. Alto riesgo“El embarazo adolescente es considerado de alto riesgo por lo que las adolescentes necesitan realizarse mayor cantidad de controles y monitoreos”, dijo Gorostiza. “Necesitan apoyo, contención y es ahí donde se sale con asistentes sociales a atender estos casos”, destacó, aunque reconoció que “habría que desarrollar más acciones -de este tipo- pero Salud Pública no tiene capacidad para hacerlo”, explicó el galeno.“La educación sexual es fundamental”El panorama es complejo y sin dudas, son muchos los actores que deben intervenir para modificar esta contundente realidad. “En general el cuadro es de gran déficit en todo sentido. Recibimos todos los métodos anticonceptivos como los preservativos, las pastillas, el DIU -son todos de entrega gratuita- pero no tenemos una respuesta en general de la sociedad. A las púerperas le damos y les explicamos como usar, pero falta más”, indicó el funcionario. “Creemos que la educación sexual es fundamental, hicimos la experiencia de ir con colegas a las escuelas pero en forma aislada como colaboración y los resultados fueron muy buenos. Eso habría que afianzar junto con el apoyo familiar, de lo contrario se nos viene un aluvión de pacientes”, dijo, resaltando que por medio de la educación se debe promover la planificación familiar.“Es frecuente ver chicas de veinte años que esperan su quinto bebé, lo tienen por cesárea y muchas veces hay que pensar en ligarle las trompas porque corre riesgo la vida de la madre. Entonces a los 22 años son estériles”, dijo Gorostiza. Asimismo deslizó que las madres “están más pendientes de lo que tiene que cobrar y dónde” (se refiere al Plan Mamá y la Asignación Universal Por Hijo).ViolacionesRespecto a los embarazos de niñas menores de catorce años, el doctor Raúl Claramunt, coordinador de Educación Sexual y Procreación Responsable, señaló que “es realmente preocupante porque detrás de esa chica que tuvo un hijo puede haber un hombre mayor de 18 que lo engendró”. La ley considera que en estos casos, la menor de catorce no está en condiciones de aceptar o consentir una relación sexual, por tanto es un delito que se denomina estupro.“Es algo que todavía la comunidad no logra aprehender, introducir en su manera de ver y pensar la vida, ya que por lo general señalan que la chica quería, estaba enamorada, etcétera”, señaló Claramunt. Esta naturalización del hecho y su ocultamiento por parte de la niña o de su familia es uno de los primeros obstáculos que se interponen a la posibilidad de denunciarlo. A su vez anula toda posibilidad de que la niña pueda acceder a la realización de un aborto no punible, que no requiere autorización judicial y fue establecido por la resolución del Ministerio de Salud Nacional en la “Guía técnica para la atención de abortos no punibles” a la que Misiones está adherida. Los casos en que esta intervención quirúrgica no está penalizada es cuando la salud o la vida de la madre corre peligro, se trate de una violación o la mujer tenga alguna discapacidad mental.





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