Encarnación inauguró su muelle y el lunes vuelve el servicio de lancha

Encarnación, Paraguay. El muelle para la bajada de lanchas de esta localidad paraguaya finalmente quedó inaugurado ayer con la presencia del presidente de ese país Federico Franco en el barrio Pacu Cuá, y a partir del lunes el cruce en lancha será posible después de casi cuatro años de estar suspendido el servicio. En Posadas, las lanchas arribarán al lado de la cabecera del puente internacional San Roque González de Santa Cruz donde está todo dispuesto para el cruce que servirá para descomprimir un poco el tránsito y las largas filas que se forman sobre la avenida Mitre y costanera. En principio sólo una embarcación comenzaría a prestar el servicio de pasajeros por agua, pero próximamente se sumarían dos más para atravesar el Paraná entre las 8 y las 18 de lunes a viernes. La frecuencia del servicio será de 45 minutos en principio, hasta tanto se sumen más embarcaciones. El concesionario del servicio de lancha, Luis Aldana, detalló en declaraciones radiales que el costo del pasaje será de 20 pesos, monto que incluye el traslado en ómnibus desde el puerto encarnaceno hasta el centro comercial. El lunes a las 8 está previsto el primer viaje de Posadas a Encarnación en la nueva etapa del servicio internacional. Hace casi cuatro años el servicio de lanchas fue interrumpido debido a una suba del embalse de Yacyretá que inundó los puertos de ambas ciudades. Desde el año pasado comenzaron los anuncios del nuevo servicio, sin embargo, cuestiones administrativas fueron postergando hasta la fecha la puesta en marcha del cruce del río Paraná en lancha. En la ceremonia de inauguración del muelle paraguayo que será provisorio, hasta tanto se concluya el puerto, participó también el intendente encarnaceno Juan Schmalko, además de otros funcionarios provinciales y del vecino país. En la orilla posadeña, para abordar la lancha, los usuarios deberán llegar por el acceso del cuarto tramo de la avenida costanera. Estiman que el servicio servirá además para descomprimir las largas filas de vehículos que cruzan diariamente a Encarnación.