POSADAS. El último jueves estalló el problema al trascender el inconveniente que sufrió un grupo de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Posadas que se trasladaba en dos combis rumbo a la Jornada Mundial de la Juventud que se desarrollará en Río de Janeiro y que fueron impedidas de continuar viaje en la ciudad brasileña fronteriza de Dionisio Cerqueira. Allí los inspectores de la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT), del Ministerio de Transporte de Brasil, exigieron que las combis estén provistas de baño para permitirles circular y adujeron que se trataba de “un acuerdo de palabra” entre las autoridades de ambos países, situación que tomó por sorpresa a los transportistas que desde hace mucho tiempo realizan este tipo de viajes y nunca antes tuvieron algún inconveniente de ese tipo.Ante ese hecho y sabiendo que más de un centenar de combis, incluidos minibuses, de toda la región en las próximas horas intentarán trasponer las fronteras de Misiones rumbo al encuentro con el Papa Francisco, los peregrinos, sus familiares y propietarios de los medios de transporte comenzaron a pedir la intervención de las autoridades gubernamentales pertinentes, al menos para solucionar este conflicto inesperado. PRIMERA EDICIÓN, al igual que en la antevíspera, volvió a consultar ayer con algunos empresarios del transporte afectados y todos apuntaron en una misma dirección: al delegado de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) en Misiones, Carlos López, como quien debería encabezar las gestiones y ser el portador de la “buena noticia”, si la hubiere. Sin embargo el funcionario, ante reiterados llamados de este medio para que aporte su visión sobre el grave problema, a través de su secretaria se limitó a decir que no estaba autorizado a hacer declaraciones y que cualquier consulta debía hacerse a la sección prensa de la CNRT en Buenos Aires. Por la tarde, llegó la noticia y no fue buena precisamente para los peregrinos: la exigencia de las autoridades brasileñas seguirá en pie y no habrá flexibilización con vistas a la visita del Papa Francisco.El Ministerio de Relaciones Exteriores remarcó que los consulados de Uruguayana, Foz de Iguazú y Río confirmaron la información.El panorama es complicado, porque en las próximas 48 horas tienen previsto partir desde Posadas distintos minibuses.“Según el delegado CNRT, dice que estuvo reunido con las autoridades del lado brasileño y que no nos van a dejar pasar si no acondicionamos los minibuses como ellos quieren. Somos unos cuantos que estamos en una misma situación. Todo el año viajamos a Brasil y no siempre hacemos viajes grandes sino llevando de doce a quince personas”, expresó Raúl Stekler, transportista.Para hoy estaba prevista la salida de dos minibuses de Stekler, y el mismo empresario, para evitar complicaciones gestionó el alquiler de un colectivo más grande. “Son 45 personas que debo transportar y no me quedó otra que poner plata de mi bolsillo para paliar el problema. A mí me termina saliendo 15 mil pesos más. Es una cuestión que debe resolverse, que deben moverse nuestras autoridades, porque entiendo que hay un error de interpretación del lado brasileño”, sostuvo. DesprolijidadEn la víspera, los choferes de las “combis” que fueron impedidas de seguir viaje en Dionisio Cerqueira (Brasil) explicaron en Radio República el incidente que truncó el viaje que tenía como destino final Río.Juan Adolfo Odoni y Manuel Forza comentaron que hicieron todos los trámites en la frontera argentina de Irigoyen y así también de la Receita Federal y Migraciones del lado brasileño. “Pero aparecieron los inspectores de la Agencia Nacional de Transportes Terrestres, nos pidieron la documentación y elementos de seguridad, que teníamos todos, hasta que nos dijeron que no teníamos baño y que no podíamos entrar al país así. Nos dijeron que hubo un acuerdo de palabra con las autoridades argentinas sobre ese tema, cosa que después la jefa de Aduana en Irigoyen nos afirmó que no se trató ese tema de las combis, sí de baños limpios en colectivos”, señaló Odoni. Luego la empresa que los contrató les pidió que trasladen al contingente a Alba Posse para abordar otro colectivo brasileño desde Puerto Mauá. “Allá el jefe de la Policía Rodoviaria nos dijo que no estaba al tanto de ese ‘acuerdo de palabra’ y nos autorizó a circular, pero nos quedaba la duda sobre ¿qué podría pasar más adelante?”, remataron.





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