OBERÁ (Sergio Alvez, enviado especial). Con la intensidad y diversidad de propuestas que lo caracteriza, el Festival Internacional Oberá en Cortos cumplimentó en el desarrollo de su segunda jornada, la proyección de un conjunto de filmes de distintas procedencias y temáticas, a sala llena y en el marco de las competencias regionales e internacionales. Ayer en tanto, ya en la tercera jornada, arrancó la instancia Cine Joven, a través de la cual el público, puede apreciar el trabajo de grupos de estudiantes secundarios -de distintas partes de la provincia- que se capacitan con talleristas y luego llevan a cabo sus propias obras audiovisuales. Este año, el Cine Joven se presenta como una muestra donde -a diferencia del año pasado- las películas no compiten entre sí. Las producciones se concretaron en el marco de la finalización del Taller de Alfabetización Audiovisual, Comunicación y Sexualidad, realizado con jóvenes de diversas instituciones educativas de la ciudad de Oberá. El Taller en el cual se capacitaron los estudiantes, se desarrolló durante cuatro meses en un proceso de charlas sobre educación sexual y capacitaciones en producción radial y audiovisual. Las capacitaciones en producción audiovisual y radial fueron dictadas y organizadas por Espacio Guayrá y Productora de la Tierra en diferentes etapas.El raid de proyecciones hasta ahora permitió conocer documentales y ficciones de varios países. Una de las películas proyectadas en la segunda jornada del festival fue el documental del correntino Camilo Gómez Montero, “Buscando al Comandante Andresito”. Desde una perspectiva histórica, el filme aborda la figura del hijo adoptivo del General José Artigas, desde una dinámica audiovisual entretenida y que suma elementos estéticos de notable rédito. “Estoy convencido que las películas deben entretener, es decir que el público no se duerma ni tenga ganas de abandonar el cine, y trato de que eso se cumpla en mis trabajos que siempre tienen compromiso con los hechos sociales de nuestro país”, destacó el director del documental, que fue seleccionado para participar del Festival brasileño Santa María Video Cinema, en Río Grande Do Sul. “Andresito es una búsqueda del redescubrimiento de quién fue este personaje tan importante para toda la región de las Misiones Jesuíticas, para la Argentina y también para países limítrofes, porque tiene una relación directa con Uruguay y Brasil”, agregó el director, quien para lograr el material debió sumirse en una investigación a la que prosiguió un año y medio de filmación. “Queremos recuperar la idea de quién fue este luchador. No hace falta ir muy lejos, en Corrientes hay gente que no lo conoce, ni siquiera sabe que fue un guaraní que luchó por las tierras en las que hoy estamos viviendo” señaló el cineasta correntino acerca del personaje escogido. Consultado acerca del festival obereño, Gómez Montero observó que “por la identidad que tiene en esta región, es el festival con un óptimo escenario para mi trabajo, diez años de historia reafirman y marcan su crecimiento sostenido. Sólo persigo que los realizadores sigamos contando nuestras historias, porque siempre se tuvo una visión muy centralista en el país, y que esto esté cambiando es súper positivo y ayuda a resaltar nuestros valores locales”. Otra película que fue muy bien recibida por el público fue Haitianos en Posadas, cuya dirección es de Nicolás Quiroga, estudiante de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Misiones. Este filme centra la mirada en la vida de un grupo de estudiantes universitarios haitianos residentes en la capital provincial misionera. A la proyección precedió una breve disertación del director, quien explicó ciertos detalles de la producción de la obra. A pocos metros del cine, en la carpa donde se llevan a cabo distintas charlas y espectáculos, la dinámica también fue intensiva. Allí, en la noche del miércoles descolló una vez más la obra teatral La Fiesta de la Cretona, de la Murga del Monte, ante un público compuesto por personas de todo Latinoamérica. La pieza recrea con un colorido notable, una fiesta de época de la década del 50 en Oberá. El despliegue incluye a treinta actores y actrices de todas las edades, en constante interacción con el público. Uno de los actores es el comunicador Luciano Ferreyra, quien desde su programa radial “Nunca es tarde”, viene abordando la transmisión en vivo de distintas instancias del festival. “Lo que veo esta edición, que el Oberá en Cortos crece a pasos agigantados; que vengan directores de tantos países, gente que recorrió el mundo buscando historias, y que se pueda conocer ese trabajo acá, es maravilloso realmente”, indicó Ferreyra. Una mirada hacia el documental socialEn el marco del Oberá en Cortos, la misionera Andrea Mora, integrante de la productora El Zócalo, de Buenos Aires, se encuentra brindando un taller sobre Documental Social en la Facultad de Artes de la UNaM, donde se desarrollan en simultáneo varios talleres vinculados a la actividad audiovisual. “El gran motivador para participar con este taller, fundamentalmente es porque para mí es muy importante la actividad cultural dentro de las provincias, y particularmente dentro de los pueblos chicos. Que ésta actividad se pueda realizar en una ciudad como Oberá y que sean los lugares chicos los que reciban a otros para poder fomentar el cine, los cortometrajes, los documentales y los contenidos audiovisuales en general es muy importante. Oberá en Cortos tiene la particularidad que se está haciendo todo a pulmón, con gran esfuerzo, lleva muchos años y realmente cada vez está mejor y con mucha motivación para seguir produciendo”, observó Mora.Con respecto al abordaje de temáticas en el lenguaje documental, explicó que “elegir el tema tiene que ver, primero con una cuestión personal en la que uno tenga ganas de hacer y de involucrarse en determinado tema. Por otro lado la elección del tema puede ser porque alguien te pide que realices un documental sobre un tema en particular. “Necesitamos contar, buscamos divulgar determinada historia y también que te lo permitan. Actualmente para mostrar un documental hay muchas posibilidades; pero se necesitan más lugares para poder promocionarlo”.Para Andrea Mora, el objetivo del taller es lograr que sea “socialmente participativo, justamente porque me parece sumamente importante que los canales de difusión de documentales se multipliquen. Que se puedan formar redes de docum
entales de organismos no gubernamentales, de comunidades, de movimientos sociales. Cada uno plantea su conflicto, su situación, su problemática e intercambia material con el de otra provincia. Por ejemplo, los yerbateros de Misiones pueden intercalar problemas con la zafra en Tucumán, y con los mineros en el sur, que las problemáticas empiecen a circular porque así es como que circulan las realidades”.





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