POSADAS. Fue procesado ayer con prisión preventiva un ex funcionario policial por el fallido asalto al Instituto Superior de Formación Técnica y Profesional de la Policía de Misiones (Isfotep), donde junto a un cómplice intentó robar diez fusiles FAL, indicó un portavoz oficial. El ex efectivo de 21 años, de escasa trayectoria y responsabilidad dentro de la fuerza de seguridad tendrá que quedar tras las rejas a la espera del juicio oral, señaló la misma fuente. El policía fue notificado en las últimas horas del auto de procesamiento, dictado por el Juzgado de Instrucción 7 de esta capital, a cargo del magistrado José Alberto López, quien lo acusó formalmente de “cohecho activo por tentativa de robo doblemente agravada por el uso de arma de fuego apta para el disparo y por su condición de miembro integrante de la Policía de Misiones”, consignó un vocero del caso. El cómplice del efectivo en tanto, quien resultó ser un primo del mismo, fue procesado por el mismo juez por “robo en grado de tentativa”, delito excarcelable, por lo que recuperó su libertad hasta que se resuelva definitivamente su situación en la causa, según explicaron las fuentes.El fallido atraco, tal como publicó este diario, fue perpetrado el pasado 25 de marzo en la capital provincial. El mismísimo comisario general Omar Amarilla, subjefe de la Policía de Misiones, fue quien encabezó el operativo que terminó con los dos detenidos, en forma conjunta con el juez instructor. Para cuando el agente y su primo arribaron en coche al Isfotep e ingresaron al predio, policías y funcionarios judiciales los aguardaban listos para entrar en acción, ya que los seguían hacía varios días y luego de obtener datos de que se iba a cometer el robo. Por eso dejaron que ingresaran al sector de armería, sacaran y acomodaran los fusiles dentro del Volkswagen Gol del uniformado para recién actuar. En in fraganti delito dieron la orden de “alto policía” y los sospechosos no tuvieron otra alternativa que entregarse. El agente sacó el arma y quizás hubiera disparado de no verse completamente rodeado y cercado por el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y una docena de policías.Un francotirador disparó incluso a los neumáticos y al motor del VW Gol cuando los criminales amagaron con subirse y escapar del brazo de la Justicia. Mucho se habló del supuesto destino que tenían las armas que intentaron llevarse por la fuerza del Isfotep. PRIMERA EDICIÓN pudo averiguar que, en ese sentido, no hay nada comprobado, al menos con rango de certeza, pero sí que la principal hipótesis apunta a que iban hacia Brasil. En el mercado negro con ese país cada FAL tiene un valor aproximado de 6 mil dólares. El agente detenido nació y creció en la localidad de Colonia Aurora, municipio fronterizo con ese país. De allí se desprende que pudo haber contactado a traficantes de armas. La teoría no es para nada descabellada. Antes de ser capturado el efectivo se desempeñó en el servicio de emergencias 911.





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