POSADAS. Jorge Steiman, director nacional de gestión universitaria brindó una conferencia en la Universidad Gastón Dachary sobre la actualidad de este nivel educativo. Compartió algunas aproximaciones estadísticas sobre la evolución del estudiantado y sobre las disciplinas más elegidas. Además problematizó sobre la tendencia a la especialización de las carreras de grado y la dualidad y confusión en las denominaciones.Panorama en númerosEn la presentación Steiman detalló que del total de 1.700.000 estudiantes universitarios que tiene actualmente el sistema universitario, el 80%, es decir, 1.266.000 acuden a universidades públicas. El 20% restante (351 mil) corresponde a universidades privadas. De esta cantidad, en todo el sistema, un 56% del alumnado son mujeres.Steiman resaltó que la cantidad de egresados creció un 27%: en 2003 hubo 78 mil egresados de grado y pregrado (tecnicaturas) y en 2010, casi 100 mil, y señaló que la relación ingresante-graduado, que históricamente es muy dispar, se está equilibrando. Ello se expresa al analizar que en ese período de tiempo el incremento de ingresantes es de un 5% anual (excepto en el Conurbano bonaerense donde la creación de nuevas universidades incrementó la cifra un 13% en 2010).En el ciclo de posgrado los números también marcan una evolución favorable: creció un 132% la cantidad de egresados (en 2006 hubo 4 mil graduados en maestrías, especializaciones y doctorados, y en 2010, 10 mil).Áreas más elegidasDerecho, Administración de empresas, Periodismo y Comunicación Social, Sociología, Antropología, entre otras ciencias humanas y sociales son las más elegidas por el estudiantado (concentran casi un millón de alumnos). Ello en detrimento de las ciencias básicas (Biología, Bioquímica, Física, etcétera), con 55 mil estudiantes, y las Aplicadas (ingeniería, informática, entre otras), con 400 mil. La tendencia es similar entre los graduados.Al respecto, señaló desde el Gobierno nacional la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) desde 2011 comenzó a marcarnos agenda. “Las áreas de desarrollo estratégico que plantean incentivar desde el Gobierno, como son las ingenierías -en 2011 se señaló la intención de lograr un ingeniero cada cuatro mil habitantes en 2020- se contrasta con la autonomía de decisión de la oferta que proponen las universidades y de la decisión de los estudiantes, ya que hay una clara atracción por las ciencias sociales”, dijo Steiman.El funcionario destacó que en Argentina ha habido un fuerte aumento presupuestario, de salarios docentes, con creación de nuevas universidades. “El Estado ha invertido seriamente en el sistema universitario que ha pasado a ser área de desarrollo estratégico del Gobierno (nacional), y CFK parece estar pidiendo que rindamos cuentas por eso”, dijo.Denominaciones: entre el marketing y la confusiónEn la segunda parte de la disertación, Steiman puso en cuestión otra tendencia que se evidencia en el sistema universitario argentino: la dualidad en las denominaciones de las carreras.Así, en distintas casas de estudio las carreras afines tienen nombres diferentes. A modo de ejemplo indicó que en el país conviven Licenciaturas en Administración de Empresas (LAE) con nombres diferentes: unas se presentan como LAE y Economía, otra como LAE Rurales, otra como LAE Pymes, etcétera.Asimismo hay otras denominaciones como Licenciado en Materiales o en Alimentación que no dan precisiones sobre cuál es su especialidad. “Esto tiene consecuencias a nivel de la sociedad, por ejemplo cuando ese egresado presenta su currículum en una empresa y por ahí cuesta tener una idea de su profesión”, indicó el funcionario.“La explicación que le doy a esta tendencia es el marketing y la diferenciación, porque como casa de estudios que oferta, una denominación distinta me diferencia de las otras”, dijo. Por otro lado, también señaló que “hay denominaciones que comienzan a sonar viejas” entonces las universidades buscan adecuarlas: por ejemplo, Analista en sistemas, que se llama también Analista en redes. También la dualidad es por “pequeñas discusiones de corte epistemológico”. Por ejemplo Biología y Ciencias biológicas, “porque están los que se aferran a que la biología es una sola ciencia y los que creen que es un conjunto de ciencias”, dijo.Steiman también aclaró que a la Dirección de gestión universitaria donde las universidades e institutos universitarios remiten las propuestas de carreras para tramitar su homologación, les llegan iniciativas de las más raras. Como ejemplo mencionó “Licenciatura en Fitness” o “Licenciatura en Muebles de Interior”. “Si bien nosotros no tenemos razón alguna para prohibir que se creen, hacemos observaciones correspondientes, por ejemplo, el Fitness no es una disciplina científica y por eso no es viable proponer una licenciatura”, dijo.Volver a lo genéricoLas denominaciones duales de las carreras dan cuenta de una tendencia a la especificidad de las licenciaturas. “Cuando gran parte del mundo la tendencia es a una formación de grado más genérica, en Argentina cada vez se apunta más a generar licenciaturas más específicas. Por eso sugerimos ir modificando esto con el esquema del rombo: especificidad en los pregrados y posgrados y mayor generalidad en los grados”, indicó.





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