BUENOS AIRES (NA). Cada mes treinta niños quedan huérfanos en Argentina tras el asesinato de sus madres por crímenes relacionados con violencia de género.El número responde al último informe sobre Femicidios del Observatorio Marisel Zambrano, de la organización La Casa del Encuentro (www.lacasadelencuentro.org), donde se revela que durante 2012, en 357 casos las madres asesinadas tenían hijos e hijas. En el informe se indica que la gran mayoría de los hijos son menores de edad, entre ellos 66 mujeres y 62 varones, mientras 120 no tienen registro de sexo. En tanto, hay 31 hijas y 29 hijos adultos, mientras que cuatro hijas e hijos no tienen registro de edad. El abogado Julio Torrada, especializado en casos de violencia de género que intervino en el unos cincuenta casos de mujeres asesinadas, explicó que: “Los chicos que pierden a su madre representan la consecuencia más grave del drama de los femicidios”. “Estos niños dependen de familiares que se hagan cargo como pueden o van a parar a hogares del Estado. El peor escenario es cuando quedan a cargo de los propios homicidas. Esto no puede seguir pasando, es terrible que los chicos resulten victimizados por segunda vez con decisiones judiciales sin humanidad, ni sentido común. Y lamentablemente ocurre muy seguido”, añadió el letrado.Uno de los casos más significativos es el crimen de Virginia Miguel (de Luján, Buenos Aires), quien estaba embarazada de seis meses y tenía ocho hijos de entre 2 y 18 años. Fue degollada por su esposo, Julio Herrera (36) -recientemente detenido- frente a sus hijos.En relación con el vínculo entre el presunto femicida y la víctima, el Observatorio señala que la mayoría de los femicidios fue perpetrado por la pareja o ex pareja de la mujer. En 95 casos se trataría del esposo, pareja, novio o amante; en 65, una ex pareja; en 11, el padre; en 21, otros familiares; en 18 hechos, vecinos o conocidos; en 5 de los asesinatos, un hijo; y en 40 no habría relación aparente.





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