ELDORADO. Avanza la investigación por las irregularidades que sucedían dentro de los muros de la prisión de esta ciudad y con el devenir de los días, la situación procesal de al menos tres penitenciarios pareciera complicarse. Los pesquisas sumaron ahora al expediente un informe reservado del Tribunal Penal 1 de Eldorado en el que se consigna que ninguno de los reclusos que salía de prisión, aparentemente para tareas comunitarias, estaba en condiciones de hacerlo.Fuentes del caso indicaron que cualquier interno no puede acceder al beneficio de salidas para tareas comunitarias. Primero y principal, debe contar con la autorización del Tribunal competente, en este caso el de Eldorado.Y este permiso depende de otros requisitos: por ejemplo, que el recluso se encuentre en un nivel avanzado de lo que se llama “régimen de progresividad”, es decir, en una etapa de confianza.Asimismo, que el hombre privado de su libertad no sea reincidente. El sistema contempla el beneficio de salidas transitorias para que el interno, en forma paulatina, vaya reinsertándose a la sociedad antes de su salida en libertad, ya sea bajo libertad condicional o cumplimiento efectivo de los años de sentencia por el delito cometido.De ahí que no está reservado a cualquier integrante de la población carcelaria.En este caso, aparentemente, fueron tres los convictos beneficiados con las salidas al exterior de la prisión, aunque no se encontraban en condiciones de merecerlo, de acuerdo con el informe del TP 1. Todo parece indicar que lo hicieron para tareas comunitarias, en un móvil del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) y bajo custodia.Pero esto es harina de otro costal. Lo grave es que, de alguna manera, se violó el principio de igualdad y justicia en la aplicación de las disposiciones internas, que podría afectar directamente la paz y armonía de la población carcelaria.Además, cabe responder una pregunta igualmente significativa: quién respondería funcional y penalmente en caso de que uno de esos convictos hubieran escapado. Y lo que es peor: si en esa huida hubieran cometido un delito con consecuencias nefastas. Esta irregularidad no asoma en forma aislada, sino en el contexto de una causa investiga otras anomalías tan o más graves, como el ingreso de drogas, armas blancas, la comercialización interna de celulares y la venta de mercaderías a comercios, cuando deberían ir a paliar las necesidades alimenticias de los reclusos.Todos estos ítems -entre otros-, se encuentran en un expediente que se tramita en el Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado, que surgió a partir de una denuncia radicada en la fiscalía en abril pasado.Más allá del cruce de versiones respecto de una feroz puja interna entre los penitenciarios, lo cierto es que la Justicia debe dilucidar la veracidad o no de estas irregularidades y en caso de encontrar motivos, procesar a los responsables. Hay quienes dicen que este tipo de hechos es común en prisión. Puede ser, pero no significa que sea aceptable o legal. En todo caso, es una buena ocasión para que terminen.





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