Garupá. La ocupación ilegal en terrenos ubicados sobre el acceso Sur, en el límite entre Posadas y Garupá, sigue creciendo y lo que más preocupa es que cada vez las familias están “más asentadas” ahora ya cuentan con energía eléctrica, según constató una de las propietarias de tierras en el sector.Elsa Laudín es una de las herederas de dos hectáreas ubicadas sobre el acceso Sur, sector donde desde mayo comenzaron a ingresar personas y a armar casillas precarias. Indignada, ante la falta de actuación de las autoridades, Elsa manifestó a Primera Edición que el 2 de mayo realizó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción Nº2, la misma amplió una denuncia previa realizada por uno de sus primos sobre la “ocupación organizada” en sus propiedades. “Los días pasan, a mí nunca me citaron y me llama la atención cómo se ubica la gente como si conociera la disposición de los lotes”, manifestó Elsa, quien con documentación en mano enseñó el loteo presentado previamente ante la Municipalidad de Garupá y el pago de tasas al día. La mujer comentó que las tierras habían sido adquiridas por su abuelo para la familia y que perdieron parte de la propiedad por la afectación de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) cuya indemnización cobraron mediante un largo reclamo legal. “Igual perdimos parte de lo que será la calle colectora”, explicó. “Ahora esa gente tiene luz, pasan los días y están más instalados, ya hay ladrillos para hacer construcciones de material”, reclamó Elsa, quien también indicó que “si la Justicia hubiese actuado el día de la denuncia se hubiese podido frenar la ocupación ya que habían comenzado con carpas y no se quedaban a dormir”. “Además hasta venían con lindos autos, era todo muy raro”, agregó la heredera con serias sospechas sobre la ocupación que cree no fue “casualidad”. En los primeros días de mayo Primera Edición había dado cuenta del asentamiento sobre el acceso Sur, en la oportunidad, el mismo intendente de Garupá, Luis Ripoll, en declaraciones radiales explicó que entre las familias algunas eran de su municipio, pero otras de otros barrios de Posadas.Ripoll, en ese entonces, indicó que intentó ubicarlas en Santa Inés, pero que la gente se negó por la distancia y que eran unas 30 familias aproximadamente y que para nada la Comuna se ocupa de “entregar tierras, nada más alejado de la realidad”. Un par de policías hacen recorrida por la zona, según explican, “cuidando” que la gente no ocupe terrenos afectados por la EBY. Pero Elsa indicó que “para mí hasta cuidan a los intrusos, para que no haya conflicto”, criticó. “La denuncia se hizo el mismo día que se hizo la ocupación, no sabemos por qué no actúa el juez, además nos dijeron que vieron a camiones de la Municipalidad en la zona y todos saben de quiénes son esos terrenos, ya que desde la década del 1930 pertenece a la familia y los impuestos están todos al día”, insistió. Problemática La ocupación de terrenos fiscales y privados es una problemática que no tiene freno. En el acceso Sur, desde el avance de las obras de pavimentación, la instalación de casillas se producen de manera casi constantes. A los asentamientos que estaban ubicados cerca de la costa, se suman más familias que sin alternativa y ante la falta de vivienda construyen un casilla.Al final de la avenida Perón, en Miguel Lanús, hacia ambas manos se pueden apreciar nuevos asentamientos, de un lado hay familias que incluso habían llegado a manifestarse en el acceso en reclamo de viviendas. Hacia Garupá se encuentra la gente que hace casi dos meses comenzó a ocupar los terrenos que reclama Elsa Laudín y familia. Cerca del arroyo LagunaEl predio de la familia Laudín se encuentra a metros del arroyo Laguna. Elsa comentó que si bien un sector fue afectado por la Eby para lo que será la calle colectora del acceso, cuestionó que el organismo haya ingresado en su momento y derribado una importante arboleda sin autorización que se encontraba en parte del predio afectado y lo que es de su familia. “La verdad que nadie sabe qué hicieron con los árboles, no avisaron nada, nosotros cuando éramos chicos íbamos a jugar allí, nos metíamos en el arroyo”, recordó la heredera. Ahora, la preocupación crece día a día, pues “observamos que los terrenos incluso están cercados como si fueran propios, nosotros lo que queremos es recuperar las hectáreas”.Elsa manifestó que “se puede ver como un problema de la familia, pero esto es una problemática que nos incumbe a todos, porque así como estas familias entraron en este sector, cualquiera podrá ingresar en predios que encuentren libre y nadie hará nada”.





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