POSADAS. A pocas semanas de haber sido inaugurado el skate park de la plaza Villa Urquiza, los bordes de las pistas están corroídos. Al parecer se empezaron a usar antes de que se colocaran los ángulos o “flejes” de metal necesarios para su protección y el evidente deterioro impide la correcta práctica de este deporte que tantos adeptos tiene en la capital provincial.Según explicó a PRIMERA EDICIÓN un grupo de patinadores -integrantes de la Asociación Misionera de Skateboaring- si el parque fuera utilizado únicamente por skaters no habría mayores dificultades; “no obstante, la pista también es frecuentada por bikers, pero no está preparada para ellos. Faltan los fleks en los bordes y son vulnerables a unos hierros que se colocan en las ruedas de las bicis para que se deslicen mejor en la piruetas”, contó el patinador Jorge Hernando, miembro de la tribu de skaters.“Como el lugar es una novedad, por ahí van todos a rodar un rato. El problema es que las bicis tienen al costado de las ruedas unos mecanismos que ayudan a deslizarse, pero que son muy dañinos para las pistas de cemento sin la debida protección. Esto dificulta que después se pueda practicar con el skate”, dijo a la vez que añadió que “por eso en los parque de skate no se anda en bici y viceversa, porque la arquitectura de las pistas son distintas”.Sobre las tensiones entre estas tribus urbanas, Luis Pradier, otro aficionado consultado, comentó: “En la práctica de ambos deportes se manejan distintos tiempos, entonces es casi evidente que se van a molestar”, sostuvo. “Ocurre que el impacto que tienen las bicicletas sobre los bordes es mucho mayor al de un skate”, insistió. “Nosotros tratamos de no confrontar con los chicos. Nuestra idea es convivir, lo ideal sería llegar a un buen acuerdo para que los que patinan y los que andan en bici puedan disfrutar de la pista”, aseguró Pradier.Este diario también conversó con el autor del diseño original del parque, César Morel, quien explicó algunas cuestiones referidas al proyecto original.“Cuando se empezó a trabajar en el boceto para construir un parque de skate en la plaza de Villa Urquiza, la Municipalidad nos convocó para participar en el diseño, tal como ocurrió con el que se construyó en el barrio Itaembé Mini y en el de Garupá, proyectos que diseñé”, explicó el patinador y estudiante de arquitectura. Morel comentó que los proyectos realizados fueron una creación colectiva entre los patinadores, a fin de cubrir expectativas y demandas, amén de los niveles de dificultad que requieren patinadores expertos y principiantes.“Casi todos los chicos que practicamos este deporte nos conocemos. Hemos creado un perfil en facebook, lo cual nos ayudó a conocer las ideas de quienes, en definitiva, somos los beneficiarios”, mencionó Morel. En una apreciación sobre las diferencias del proyecto original y lo que se construyó, sostuvo que fueron mínimas, por ejemplo, los ángulos de metal en los bordes, motivo por el que se empezaron a romper. PropuestaAntes de anoche la asociación de skaters realizó una asamblea con el objetivo de proponerle a la Municipalidad local hacerse cargo de la reparación del parque, principalmente porque si está roto, no lo pueden seguir usando. “Queremos colocar lo que hace falta. En la reunión pusimos de manifiesto lo que hace falta y realmente no es mucho”, explicó. Se numeró que se necesitan tres ángulos y cada uno vale 158 pesos (en Navarro Hierros). Además hay que soldar unos ganchos de hierro, comprar cemento y cinco kilos de arena.Morel detalló que “la clave es pactar el día en que se va a realizar la compra de los materiales y el que se presente la nota a la ‘Muni’ avisando la ‘mejora’ que se está por realizar. A partir de ahí se tienen que dejar de usar los obstáculos como mínimo por tres días, para que fragüe el cemento”.“Esto más que nada apunta a una mejora de la infraestructura de nuestro parque, para que perdure. Inclusive, una vez que estén listas, hasta los bikers podrán usar las instalaciones sin inconvenientes y ánimo de que se vuelvan a romper, ya que las obras no tienen otro problema”, se explayó.El skate park es la concreción de una larga lucha de patinadores de esta tribu urbana para que la ciudad de Posadas fuera inclusiva. Cuando se inauguró el bike park de la costanera, algunos manifestaron descontento porque la instalaciones no eran óptimas para andar en patineta, mientras que los biker empezaran a usar el espacio de Villa Urquiza, una situación que no tardó en despertar cruces, aunque sin agresiones. Los biker y patinadores con más experiencia están mediando para que “podamos convivir y disfrutar de nuestro parque”.




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