OBERÁ. Una madrugada de terror fue la que vivió un docente jubilado domiciliado en esta ciudad, quien fue sorprendido mientras dormía por dos delincuentes, quienes lo maniataron y golpearon ferozmente para llevarse dinero en efectivo y otros elementos.Según fuentes policiales, los malvivientes le exigían a la víctima unos 50 mil pesos en efectivo y una notebook. Por eso y por algunos antecedentes cercanos en el tiempo muy similares a este es que los investigadores sospechan de una banda delictiva que opera en la zona centro de la provincia.Así las cosas, efectivos de Investigaciones de la Unidad Regional II, con asiento en Oberá, y de la comisaría seccional Primera, trabajan bajo las órdenes del magistrado Horacio Alarcón, a cargo del Juzgado de Instrucción 2 de la Segunda Circunscripción Judicial.La peor pesadillaEl dramático episodio delictivo fue perpetrado ayer por la madrugada en la vivienda de un conocido docente, ya retirado, de 60 años, quien se domicilia en Primeros Colonizadores al 900, a unas diez cuadras del centro obereño.Fuentes policiales le informaron a este diario que todo sucedió aproximadamente a las 2 de ayer en ese lugar, donde el dueño de casa se encontraba descansando.En determinado momento, el docente retirado escuchó ruidos y despertó. Cuando lo hizo, se descubrió protagonista de una verdadera pesadilla: alrededor de su cama, dos delincuentes agazapados aguardaban para “apretarlo”.Sin ninguna presentación, los forajidos lo redujeron a golpes hasta que perdió el equilibrio y cayó al suelo. Allí, totalmente indefenso y sin posibilidades de reacción, la dupla de malvivientes comenzó a amenazarlo. “Danos los 50 mil pesos o no pasás de esta noche”, fueron -palabras más, palabras menos- las amenazas que esgrimieron los invasores, quienes también le pedían que entregara una notebook.Pese a que ese pedido refleja una presunta investigación previa, al parecer algo falló en el trabajo de inteligencia. Es que el docente les aseguró que no tenía esa plata. La respuesta enfadó a los forajidos, que nuevamente iniciaron un feroz ataque a golpes de puño y patadas contra el hombre. Después, tomaron un cordón y lo maniataron.Vencido por el miedo y ante la preocupación de que la situación se tornara aún más compleja, el docente les señaló a los malhechores el lugar en donde guardaba sus ahorros, unos 12 mil pesos en efectivo.Los delincuentes tomaron entonces ese efectivo, tres gruesas de cigarrillos, una plancha y las llaves de la casa. Huyeron a la carrera y se perdieron en la noche.Ensangrentado y con dolor en todo su cuerpo, el jubilado se recuperó lentamente y llegó hasta la cocina, donde finalmente se deshizo de sus ataduras. La pesadilla había durado más de cinco horas: recién a las 7.10 pudo dar aviso a la Policía.El médico de la fuerza constató que tenía escoriaciones en ambas muñecas, hematomas en el flanco derecho y una lesión en el oído izquierdo que le demandará varios días de curaciones, de no mediar inconvenientes.El caso fue caratulado por la Justicia como robo calificado y hasta anoche los policías de la UR-II y la de la Primera obereña buscaban pistas que los lleven a los malandras, de los que sospechan, podrían formar parte de un grupo organizado realiza inteligencia sobre sus víctimas antes de dar el golpe.





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