BRASILIA, Brasil (AFP-NA). La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, propuso ayer que la población decida en un plebiscito la creación de una Asamblea Constituyente que lleve a cabo una reforma política, en respuesta a las históricas protestas que han sacudido el país en plena Copa Confederaciones.Rousseff anunció asimismo nuevas inversiones en transporte público por casi 25.000 millones de dólares, al reunirse con los gobernadores y alcaldes de las capitales estatales para intentar dar una respuesta a los manifestantes.Más temprano, la Presidenta se reunió con líderes del Movimiento Pase Libre (MPL), el grupo que lanzó las primeras manifestaciones en Sao Paulo hace dos semanas.“Quiero en este momento proponer un debate sobre la convocatoria de un plebiscito popular que autorice el funcionamiento de un proceso constituyente específico para hacer la reforma política que el país tanto necesita”, dijo la mandataria en la reunión con gobernadores y alcaldes.“Brasil está maduro para avanzar y ya dejó claro que no quiere quedar parado donde está”, añadió.El gobierno destinará “50.000 millones de reales (casi 25.000 millones de dólares) para nuevas inversiones en obras de movilidad urbana” y “para mejorar el transporte público en nuestro país, donde las grandes ciudades crecen”, anunció Rousseff en un intento por calmar las protestas.“Hay que hacer más metros, más tranvías y corredores expresos para autobuses”, sostuvo.“La energía que viene de las calles es mayor que cualquier obstáculo. No tenemos por qué permanecer inertes, incómodos o divididos. Por eso, traigo propuestas concretas y disposición política para que discutamos al menos cinco pactos”, expresó.La lucha continúa Representantes del Movimiento Pase Libre (MPL), que originó hace dos semanas las protestas callejeras que se extendieron por Brasil, informaron ayer que fue abierto un diálogo con el Gobierno, pero que “la lucha continúa” hasta conseguir medidas concretas para sus reclamos de transporte público gratuito. “La lucha no para. La lucha por la tarifa cero (en el transporte) continúa”, dijo la representante del grupo, Mayara Longo Vivian, tras reunirse con la presidenta Dilma Rousseff en Brasilia.“El diálogo es un paso importante, pero sin acciones concretas que confirmen mejoras para la población, no existe avance”, añadió. Ayer por la mañana, antes de conocerse el anuncio de Dilma Rousseff, el gobernador del Estado de São Paulo, Geraldo Alckim, miembro del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), escorado al centro derecha a pesar de su nombre, anunció otra gran medida concreta: la cancelación durante un año la subida en el peaje de las autopistas del Estado prevista para el 1 de julio. Cinco propuestasRousseff enumeró cinco puntos sobre los que se basará la reforma. El primero será la responsabilidad fiscal para la estabilidad de la economía y contener la inflación. En segundo lugar, la tipificación de los actos de corrupción como un crimen con penas severas. El tercer pacto es en materia de salud, que incluirá la contratación de médicos extranjeros para garantizar la atención en las ciudades más necesitadas. “Es debido a las grandes dificultades que tenemos para encontrar profesionales que quieran trabajar en las zonas pobres”, justificó.En cuarto lugar, Rousseff mencionó mejoras en el transporte público, como “más metros y corredores de autobuses”. “Decidí destinar 50 billones de reales en nuevas inversiones en obras de movilidad urbana”, informó.Por último, se refirió a la educación. “Avanzamos mucho en las últimas décadas, pero necesitamos más recursos. Mi gobierno viene luchando para que el 100% de las regalías del petróleo sea destinado a la educación. Confío en que los congresistas aprueben con urgencia este proyecto”, afirmó.





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