HONG KONG, China (AFP-NA-Medios Digitales). Edward Snowden, el ex analista de la CIA que denunció el espionaje electrónico masivo de Estados Unidos y Reino Unido, llegó ayer a Moscú a las 17.14, hora local, en el vuelo Nº 213 de la compañía rusa Aeroflot procedente de Hong Kong. Horas más tarde, mientras la prensa aún abarrotaba el aeropuerto moscovita de Sheremiétevo, trascendió la noticia de que Snowden había solicitado asilo político a Ecuador, según confirmó el ministro de Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, a través de su cuenta de Twitter.Los medios rusos indicaron que Snowden se entrevistó en un hotel del aeropuerto con el embajador ecuatoriano en Moscú, Patricio Chavez Zavala, cuyo automóvil fue visto por algunos periodistas en el aeropuerto. Los informadores, muchos de los cuales compraron un pasaje a cualquier sitio, sin intención de volar y con el solo fin de poder entrar en la zona internacional (donde teóricamente se podría encontrar el ex analista de la CIA por no tener visado para entrar en Rusia), no lograron verlo.Snowden, de treinta años, tiene pasaje para continuar a La Habana en el vuelo Nº 150 de este lunes, que debe despegar a las 14, hora local. Anoche no estaba claro cuál será su destino final. Ecuador, Islandia y Venezuela son los países sobre los que especulaba la prensa local.Sin embargo, no se excluía cualquier otra solución, incluso que no continúe viaje a ninguna parte. Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, declaró hace unos días que estudiarían una petición de asilo de Snowden si este la presentaba, lo que podría significar que el Kremlin está dispuesto a concedérsela, aunque afirmó no saber nada acerca del viaje.Las autoridades de Hong Kong aseguran que han dejado viajar a Snowden porque la petición norteamericana no cumplía totalmente las leyes locales, por lo que solicitó más datos para poder tomar una decisión, y que como están pendientes de recibir “información suficiente para procesar la solicitud de la orden provisional de arresto” no había base legal “para restringir la salida de Snowden”.La demanda de deportación puso en marcha un proceso que podría haberse prolongado durante años, una posibilidad que la Administración estadounidense quería evitar y, seguramente, también Pekín. Washington advirtió el sábado a Hong Kong que si no actuaba y concedía la extradición con celeridad complicaría las relaciones bilaterales.





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