POSADAS. Los inconvenientes que generan los residuos mal depositados, fuera de horario o días de recorrido habitual del servicio de recolección que efectúa la comuna, o en bolsas poco adecuadas, son crónicos en algunos sectores de la ciudad. Es por ello que desde hace un tiempo se resolvió instalar contenedores que en gran medida fueron una solución, pero que todavía necesitan algunos ajustes, en lugares críticos, como en la intersección de las avenidas Bustamante y Francisco de Haro, uno de los vértices del barrio Cristo Rey, donde los vecinos denunciaron ante este medio la acumulación de cartones por parte de una persona, incluida basura de otro tipo y la inacción de las autoridades para revertir esa situación. “Entendemos que quiere ganarse unos pesos vendiendo cartones pero no puede acumular tanta basura y por tantos días sobre una vereda pública, porque se llena de ratas y cucarachas la zona”, así describió Alejandro Benítez, un vecino de la Chacra 22, ante una situación que se torna cada vez más compleja.El lugar del cual se “apropió” el cartonero linda con la “canchita” de fútbol del barrio y contra el alambrado apoya las bolsas y cartones, hasta casi formar una alta pared. En la dársena se encuentra un contenedor de grandes dimensiones donde se depositan a diario ciento de bolsas de residuos, que “son revueltas por la gente que ronda en la zona. Hay cirujas, también niños y personas que no tienen para comer y que practicamente se han instalado acá en la Chacra (32-33), entonces varias veces al día vienen a revisar qué tiran allí y hacen un desparramo tremendo por toda la zona. Da una pena verlos, incluso a veces les damos algún plato de comida a los chiquitos pero tampoco podemos siempre y a veces aparecen otros nuevos a pedir”, indicó Marta González, quien a diario debe atravesar por la zona. La mujer también resaltó que “como vivimos cerquita, vemos el mismo drama siempre: todo revuelto, los perros desparramando las bolsas de basura y el cartonero que junta y junta cosas por muchos días. Incluso ´vive´ allí para cuidar que nadie le robe y vienen otras personas, a veces es peligroso porque parece que toman bebidas, se escucha que discuten a los gritos, se pelean y es peligroso porque hay muchos chicos y mujeres que caminan por la zona”.Durante la visita de PRIMERA EDICIÓN al lugar se pudo observar a la máquina de la Municipalidad trabajando a pleno con varios operarios unos metros más abajo del lugar en cuestión, ya en proximidades del tinglado de los feriantes, levantando ramas y las bolsas arrojadas fuera de lugar o llevadas por los canes, a un camión volcador, dejando despejada solamente esa zona.“Nadie, al menos los que somos vecinos del lugar, nos quejamos de los camiones recolectores, ellos hacen su trabajo, vienen y llevan lo que está en los contenedores, pero ¿quien se hace cargo de este hombre y de los que revuelven todo?”, dijo don Roberto Peña, quien también vive en el barrio.También agregó que “esta persona no solo que es cartonero sino que acopia lo que va recolectando, es decir que trae de otros lugares, y los tiene por días y a veces semanas. Eso provoca que haya muchas ratas dando vuelta de un lado para el otro en todo el barrio, es increíble como se multiplicaron, y ni hablar de las cucarachas…”.Flete a domicilioOtro dato no menor, que pudo corroborar este Medio, es que el acopio del cartón en Bustamante y Francisco de Haro no es para llevarlo después a otro sitio, porque un camión pasa por el lugar a levantarlo. “Vienen y antes de cargarlo pesan el cartón con una balanza tipo roldana, se llevan casi todo. Eso sucede cada dos semanas o más, dependiendo de lo que el tipo junte, y después igual queda todo el desastre, recién ahí se observa que tiene muchas otras cosas más”, apuntó Peña.Ayer por la mañana ocurrió la situación detallada por el vecino, un camión particular llegó, se instaló en el lugar y se llevó la carga completa de cartones, previo ritual del pesaje y pago de lo adquirido. El pedido de los vecinos, como también de quienes trabajan en los comercios de la zona es que “tiene que haber alguna autoridad que se haga cargo de la situación, que le ponga límites a este señor, porque quizás tenga familia, chicos, o no, pero no podemos seguir soportando esta situación irregular”. También agregaron que “si esta persona quiere vender cartón que venga, busque y los lleve a otro lado, pero que no los deje acá, en la vereda pública, a metros de una parada de colectivos, de una heladería… nadie se opone a que trabaje, que se gane la vida de esta manera pero también debe respetar las normas vigentes”.Por otro lado indicaron los vecinos que “el servicio de recolección mejoró mucho con relación a otros tiempos, de eso no hay duda, pero acá se está dando más de seguido que vienen particulares en camionetas, en autos y hasta en camiones a tirar basura y no les importa que el contenedor esté lleno, tiran la carga igual, entonces cae todo al costado, se arma un desastre y el trabajo es el doble para los que después tienen que limpiar. Mientras tanto, nosotros debemos soportar los malos olores de las bolsas de residuos que se rompen y se esparcen por las veredas, hay veces que tiran hasta animales muertos y resulta imposible respirar hasta que pasa el recolector”. Centro de acopioLa actividad de los cartoneros en Posadas intenta formalizarse desde hace bastante tiempo. Hace exactamente dos años atrás, PRIMERA EDICIÓN publicó un informe sobre el tema en el cual se mencionaba que en ese momento había unos 50 trabajadores inscriptos en el registro único municipal y se estaba culminando la obra de un centro de acopio y venta de materiales reciclables recolectados en la vía pública, en el predio especialmente creado a ese fin, ubicado en la intersección de las avenidas Lavalle y Blas Parera. El registro único de cartoneros -se señalaba entonces- se encuentra en la Dirección de Desarrollo Social y Local, en el segundo piso de la sede comunal. Allí pueden concurrir todos los cartoneros que no estén inscriptos para abrir su ficha y recibir los guantes, fajas lumbares y chalecos refractantes (que se ven de noche). La intención era que la comuna respalde la tarea de los cartoneros y trabaje en forma articulada con los comerciantes nucleados en la Cámara de Comercio e Industria de Posadas.En el centro de acopio, se proyectó que cada cartonero pueda tener su gabinete, con llave, “como para que lleve lo que juntó y lo guarde, y después cuando pasa el comprador, ellos le venden”, pero pasó el tiempo y ese predio no fue habilitado.&am
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