APÓSTOLES. Desde 2009 hasta finales de 2012, las chacras productivas de esta región venían sufriendo las consecuencias de la sequía, provocada por una dramática disminución en la cantidad de precipitaciones, que a su vez generó fuertes consecuencias en los cultivos anuales, en la producción de yerba mate, y en el ganado, dado que una de las tantas aristas de la problemática se vincula al agotamiento de reservas alimenticias y forrajes para el consumo de vacas y terneros. Otra de las improntas negativas en muchas chacras fue la desaparición de vertientes y la total “seca” de arroyos y pozos.Hoy, ya recién adentrado el invierno 2013, los productores observan con alivio cómo las buenas cantidades de lluvia registradas en lo que va del año, han logrado revertir una situación que, de haber persistido en el tiempo, hubiese acarreado situaciones realmente dramáticas.Vertiente, arroyos y pozos, recuperados, buen nivel de forrajes y mejora en la producción, son algunos de los síntomas de esta mejoría. Así mismo, se advierte la necesidad de que persistan las lluvias frecuentes, para optimizar la recuperación de suelos y napas, afectados durante tres largos años por la falta de hidratación. En este sentido, se avizora un creciente interés y toma de conciencia por parte de los pequeños productores de la zona, en cuanto a la importancia de generar acciones preventivas para disminuir el impacto de futuras sequías y al mismo tiempo maximizar el aprovechamiento de los caudales que se vienen dando.A continuación un repaso de lo que fue la situación el año pasado, y parte de un diálogo con el secretario de la Producción de Apóstoles, Jorge Labachuk y algunos colonos de la región, acerca de esta recuperación que se presenta a partir del aumento en la cantidad de lluvias. 2012: diagnóstico desalentadorA esta altura del año pasado, tras un verano caluroso y casi sin lluvias, seguido de un otoño igualmente seco, en toda la zona sur, la ruralidad evidenció un diagnóstico desalentador y hasta en algunos casos, desesperante. Ante la escasez de lluvias suficientes, los problemas de abastecimiento hídrico en las chacras alcanzaron niveles de gravedad superlativos. Ante la extinción de vertientes y la sequía de pozos, la Municipalidad de Apóstoles debió duplicar la asistencia con cisternas a las colonias: se enviaron durante varios meses, 50 mil litros de agua por día a las chacras más comprometidas. Esta acción, resultó importante para evitar la muerte de ganado por deshidratación.Si bien todos los rubros de la producción fueron seriamente afectados, el cultivo predominante en la zona, la yerba mate, sufrió una caída del 40% en cuanto a su producción. “La recuperación es notable”“Estamos contentos, con todas estas precipitaciones en lo que va del año se han recuperado en gran parte los cauces de agua que habían sido afectados por tres años seguidos de sequía y pocas lluvias; muchas vertientes que habían desaparecido volvieron a aparecer y están manteniendo sus cauces. La recuperación es notable” sostuvo en contacto con PRIMERA EDICIÓN, el secretario de la Producción de Apóstoles, Jorge Labachuk.El titular del área explicó que gracias a esta recuperación, se pudo dejar de enviar agua a las colonias, dado que ya todas las chacras afectadas pudieron experimentar la rehabilitación de sus cuencas. “Los productores manifiestan su tranquilidad, porque ahora están abastecidos por las lluvias, los animales tienen para su consumo, y si bien ya no estamos enviando cisternas de agua porque es innecesario, seguimos haciendo seguimientos en las chacras para no descuidar el tema de las vertientes, y al mismo tiempo ver formas de armar reservorios para afrontar eventuales secas que se puedan tener a futuro”, indicó Labachuk, quien observó que si bien “cayó muchas más agua que en el 2012, el parámetro que se debe considerar es que en la zona veníamos de una merma de tres años, de 2009 a 2012; si comparamos, estamos tratando de recuperarnos del todo, por eso sería ideal que en los próximos años persista este nivel de precipitaciones, para equiparar la cantidad de agua perdida en los suelos”.Sobre las características de las lluvias que se vienen registrando en la zona, Labachuk observó que “se están registrando precipitaciones copiosas, por tiempos prolongados, de 30 a 60 milímetros en tres horas, este tipo de lluvias facilita el ingreso y la filtración del agua en los suelos”.Trabajar en la prevenciónUno de los desafíos que se presenta en la zona, tiene que ver con la concientización y puesta en marcha de trabajos concernientes a generar sistemas de aprovechamiento integral del agua de las lluvias. Esto puede conseguirse a partir de diversas técnicas, y en este sentido se vienen llevando a cabo reuniones, charlas y proyectos. Labachuk explicó que “se vienen dando charlas con los productores, estamos recorriendo los campos, y actualmente esperamos el financiamiento de Nación para arrancar con las tareas de recupero definitivo de entre siete y diez vertientes. A los productores que deciden encarar acciones por cuenta propia, los orientamos y asistimos técnicamente para que puedan llevarlo a cabo”. AlivioConsultados al respecto, algunos productores expresaron satisfacción por las buenas lluvias acaecidas este año. “Fueron tres años de sufrimiento, donde producir se tornaba muy dificultoso, porque se echaban a perder muchos cultivos, porque los suelos estaban demasiado secos, fueron cosechas magras, pero con toda la lluvia que Dios nos están entregando este año, vemos reflorecer la chacra y eso nos pone felices” comentó Marcia Schunkel (52), productora apostoleña que comercializa su producción de hortalizas en diversas verdulerías del pueblo.A su vez, Roberto Yañuk (61), de Azara, contó que “en el verano tuvimos pérdidas de todos los cultivos, y en mi caso se me llegó a morir ganado por falta de agua. Hace dos meses ya volvió a recuperarse la vertiente, y superamos esos problemas, pero fue muy duro lo que pasamos, esperamos no se vuelva a dar”.





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