BUENOS AIRES (NA). Fuerte malestar existe entre los jugadores licenciados, que a excepción de Ernesto Farías y Víctor Zapata, se presentaron ayer a entrenarse en el predio de Villa Domínico junto al resto del plantel de Independiente que se prepara para el choque con Unión en un partido que marcará su despedida de la Primera división.La medida que fue anunciada a través de los medios no hizo más que alterar los ánimos entre aquellos futbolistas que integran la lista de prescindibles y transferibles que entregó el entrenador Miguel Ángel Brindisi al presidente Javier Cantero.La lista “negra”Hilario Navarro y Adrián Gabbarini, y los jugadores de campo Eduardo Tuzzio, Osmar Ferreyra, Luciano Leguizamón, Roberto Battión y los juveniles Nicolás Villagra, Federico Gay y Gonzalo Contreras dieron el presente en la práctica por temor a que se los acusara de incurrir en abandono de tareas.Es que la mayoría, salvo Gabbarini y Tuzzio, cuyos contratos vencen el 30 de este mes, el resto tiene vínculos hasta el año próximo.Más allá del aspecto legal, los jugadores que conforman la “lista negra” están -además- molestos porque aseguran haber quedado como los responsables directos de la pérdida de la categoría cuando algunos tuvieron mínima participación en la campaña.La decisión anunciada a través de los medios es un nuevo traspié para el presidente Javier Cantero quien aseguró a su círculo íntimo que no esperaba tanta repercusión mediática en torno al tema.Zapata, “o gana o empata”Uno de los que más alzó la voz es Víctor Zapata, quien se mostró molesto con Cantero al asegurar que sus intenciones eran cumplir su contrato y pelear por el ascenso a Primera.“Respeto su decisión pero yo quería cumplir el año de contrato que me queda. Me voy dolido de Independiente porque me hubiera gustado quedarme para salir de esta situación”, dijo en declaraciones a Radio 9.





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