POSADAS. Luego de su exitoso estreno, la obra musical que homenajea a Hugo Midón regresa para seguir haciendo delicias de niños y adultos mediante el más universal de los recursos: la risaCon dirección musical de Carlos Gianni (quien formó la dupla con Midón, siendo autor de las bandas sonoras de las comedias musicales infantiles), puesta en escena de Rubén Segall, Rinaldi los convenció para realizar y producir “Mil Narices”, con amparo total del Área Teatro del centro cultural, ubicado al lado del aeropuerto de Posadas. Es Narices, pero hecho íntegramente en la tierra colorada, con talentosos actores y actrices de esta provincia. Y aquí se ha rebautizado como “Mil Narices”.“Mil Narices” seguirá deslumbrando los próximos domingos 23 (junio) y 7 y 14 de julio, respectivamente, cuando regrese para abarrotar el Teatro Lírico del Centro del Conocimiento. También están previstas funciones exclusivas para escuelas, para concertar la visita, comunicarse al teléfono 44452987.Payasos clownsA través del lenguaje de los clowns, los payasos tienden un puente entre adultos y niños para contar de forma poética la alegría de volver a vivir en libertad, tras la última dictadura militar que acababa de terminar al momento del estreno de esta obra y sobre la que había reinado un obligado silencio entre padres e hijos durante su extensa vigencia. Los clowns -o los personajes de rasgos clownescos- se transformaron a partir de allí en protagonistas privilegiados de las obras de Midón, por la universalidad de su llegada al público de edades diversas, su capacidad de aunar el humor con la observación aguda y la actitud irreverente que pone en evidencia el sinsentido de muchos lugares comunes. “Creo que Hugo Midón nos enseñó algo muy importante a los que trabajamos artísticamente para los niños y niñas, y se resume en casi un paradigma que tenía él a la hora de encarar su trabajo: ‘Mucho con poco’. O sea, lograr mucho, con pocos recursos, se arreglaba con lo que tenía a mano”, explica Gricelda Rinaldi sobre el trabajo de su maestro. Y por último destaca algo fundamental: “No jugaba con la inteligencia de los niños, no los subestimaba, y todos sabemos que es la platea más difícil, ya que el niño no tiene filtros, te dice lo que piensa y por ende te lo dice la familia, son rigurosos examinadores de las obras”, explicita la actriz y directora del grupo independiente Ton y Son. Carlos Gianni, el director musical, le dijo a un medio capitalino sobre cómo trabajaba con Midón: “Era muy exigente y muy obsesivo cuando estaba en el período de creación. Toda su energía y todo su esfuerzo estaban dedicados a la obra. Al principio los dos estábamos muy ligados a las palabras de los maestros, de los docentes, de los psicopedagogos, de sus ideas y sus consejos. Después de un tiempo, a partir del espectáculo ‘Narices’, tuvimos mucha más confianza en nuestras propias posibilidades y, a partir de eso, se gestaron varios espectáculos como ‘Derechos torcidos’, ‘Stan y Oliver’, ‘Huesito Caracú’ y ‘Familia Fernández’, entre otras”. Con cuarenta años de actividad en el campo del teatro infantil, el actor y director Hugo Midón ganó un lugar de reconocimiento a la altura de los grandes directores de teatro argentino. Su mérito reside en exaltar entre los chicos a través de su arte, la sensibilidad espiritual y la solidaridad social.




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