POSADAS. Y una noche él regresó e hizo suspirar y emocionar a las damas, encender la chispa de la pasión en las parejas y compartir un mágico romance a través de la música. Marco Antonio Solís y el público misionero se reencontraron y sellaron su eterno amor, que ya no es secreto – contrariamente a lo que reza una de sus más maravillosas canciones- puesto que se vio a todas luces el inmenso cariño, admiración y respeto que el “mexicanazo” genera en la gente. “Gracias por estar aquí” es el nombre del espectáculo que lo trajo de vuelta a Misiones, de la mano de Fénix Litoral y la cita fue el viernes, en el estadio del Club Crucero del Norte, en Santa Inés. El frío de la noche y la espera de una hora bajo la intermitente llovizna pasaron a un segundo plano, cuando las luces del imponente escenario se encendieron y entró “El Buki”. Carismático y seductor, Marco Antonio dio la bienvenida al público cantando “Dios bendiga nuestro amor”, mientras la euforia se multiplicaba en cada uno de los sectores del estadio. Empapada de emoción, la gente volvió a ovacionar el segundo tema “Háblame”. Mientras, en las tres pantallas gigantes (dos laterales y una en el fondo del escenario) se podía ver la imagen de este artista que dejó lo mejor de si en cada canción. Marco Antonio estuvo acompañado de una gran banda integrada por sus músicos de siempre, a los que se les sumó la Orquesta Sinfónica de Cuerdas de Corrientes, las tres coristas: Fabiola Cruz, Vannesa Canales y Marisol Correa y el “Ballet de MAS”, integrado por las cuatro bellas bailarinas: Luz, Zoe, Cinthya y Stefany. Fueron 26 artistas en escena que acompañaron a Marco Antonio en una noche llena de clásicos románticos para enamorar y de rancheras que dejaron las energías bien arriba.“El aplauso es para ustedes hermanitos ¡Muchas gracias!” le dijo Marco a la gente y fue el comienzo de un show de dos horas veinte minutos, en que habló bastante con el público, compartió historias que hicieron reír y también dejó entrever que la espiritualidad tiene un lugar muy importante en su vida, al poner énfasis en mensajes cargados de amor, de paz y de unión, que fueron muy aplaudidos por todos. El recital siguió con otra de sus canciones románticas: “Antes de que te vayas” y luego alegró a la multitud al compás de “Morenita”.“En la vida hay momentos que dejan huellas, momentos difíciles y momentos hermosos, este tema es para los seres que están detrás de las personas, porque nos enamoramos de esos seres” expresó y cantó “Hay de amores a amores”.Cortés y agradecido a su público, al final de cada canción, Marco Antonio se inclinaba a modo de reverencia y saludaba con los brazos abiertos, mientras los aplausos fervorosos se extendían.Entre el público había un gran número de personas de más de 50 años, que seguramente siguen al cantante desde su paso por Los Bukis y como no podía ser de otra manera, Marco Antonio un clásico inoxidable “Y ahora te vas”, con el acompañamiento coral de todo el público y agradeció a las nuevas generaciones “por no dejar morir estas canciones”.En uno de los momentos más románticos de la velada, Marco Antonio cantó “No existe fórmula para olvidarte, eres mi música y mi mejor canción, sé que no hay un corazón que sienta lo mismo por ti…”, versos de la canción “No existe formula para olvidarte”, mientras la gente balanceaba los brazos y lo acompañaba con emoción.Poco después, el músico presentó una canción que escribió “haciendo referencia a la relación de pareja pero tomó otra dimensión, la de recuperar nuestra espiritualidad, hay que perdonar desde el fondo del corazón, es un canto al amor que invita a elegir amarse y perdonarse”, afirmó Marco Antonio antes de cantar “¿A dónde vamos a parar?”. Seguidamente, Marco Antonio hizo reír a los presentes con la historia de una “noviecita que tuve, que era inteligente, hermosa, guapa, pero esta mujer era… demasiado celosa tu, de esos celos extremos y las cosas dejaron de funcionar, porque las mujeres un día están maravillosas y al otro días son irreconocibles (risas y más risas en la platea)… Un día ella se levantó con el ánimo bipolar y se dio el lujo de decirle ‘adiós’ a este mexicanazo… Y me fui lejos, me vine a Argentina y esta mujer jamás me encontró”, expresó mientras la gente seguía riendo y luego acotó: “Las mujeres nos dejan a los hombres y luego nos andan buscando ¿Acá no pasó eso?”, preguntó y el “No” resultó al únisono en la patlea femenina. Entonces, siguió relatando la historia y contó que un día comenzó a recibir mensajitos y el último decía… “Te extraño más que nunca” y así dio pie a una hermosa interpretación de uno de los temas más esperados de la noche. “Las mujeres nos andan diciendo que los hombres nos parecemos a los chinchulines: ‘Somos muy sabrosos, pero hacemos mucho daño”, volvió a disparar el artista y la risa copó una vez más el estadio. Allí nomás cantó unas rancheras y volvieron a escena las cuatro talentosas bailarinas.El romanticismo volvió a impregnar el gran estadio cuando cantó “La última parte”. Después, el “Buki” afirmó que “las discusiones son buenas, porque hay una palabra encantadora que es la ‘reconciliación’, sin amor no hay reconciliaciones. Venimos a este mundo a defender la felicidad, y a hacer a un lado todo lo que daña la relación. Entonces si estás viviendo una relación enfermiza cantale ‘O me voy o te vas’”. Con su guitarra negra interpretó esta canción que fue coreada por el público y continuó cautivando a todos con “Cuando te acuerdes de mi”. Otro clásicos de la época de Los Bukis arrancó y fue coreado con pasión: “Tu cárcel”. “Nada tiene que ver el temor con el amor, hay que dejar fluir el verdadero amor”, expresó
y cantó una de sus favoritas: “La venia Bendita”, que sonó a toda orquesta. La orquesta sonó excelente y le dio un marco imponente al espectáculo. Poco después, Marco Antonio renovó parte de su vestuario, apareció con un chaleco blanco y no faltó su típico sombrero negro.Le siguió otra de las canciones que marcaron una época y que ocupan un lugar especial en el gusto popular: “Mi eterno amor secreto”. Seguidamente llegó “Más que tu amigo” y terminar la canción, Marco Antonio hizo una reverencia y dejó el escenario. El público solo quería que vuelva, ya no importaba el frío, sólo querían que regrese y lo afirmaron con palmas, al grito de ‘otra’ y de pronto se escuchó a una señora gritar “Volvé mi amor”. El volvió y la orquesta soltó las melodías de una de las joyas románticas de Marco Antonio: “Donde estará mi primavera”. Todos cantaron con él, la gente se abrazaba y se balanceaba de un lado a otro cantando con fascinación este clásico. Todos los días hay que estar conectados con Dios y estar conectados con el amor, esa es la clave, la felicidad es una cuestión personal”, expresó Marco Antonio se despidió cantando otro de los clásicos muy queridos por la gente: “Te extraño”. La intensidad de los aplausos, los gritos de ‘bravo’ y los ‘te amo’ daban cuenta del amor que la gente siente por este artista mexicano que al terminar la canción hizo una referencia y permaneció orando y agradeciendo unos instantes, ante la emoción que seguía creciendo entre la multitud. Y una noche Marco Antonio Solís volvió a Misiones y dejó cientos de corazones palpitando fuerte ese amor que se vuelve eterno y a la espera de un muy pronto reencuentro. LimitacionesPese a que el mal tiempo dificultó las cosas, el espectáculo fue, sin dudas, maravilloso. No obstante, hubo cuestiones relacionadas a la organización y en especial a las medidas de seguridad que molestó a mucha gente del público y que hizo cuesta arriba el trabajo de la prensa. Aquí le contamos algunas de estas cuestiones, no con ánimo de quedar en la crítica, sino de que se puedan rever para mejorar las condiciones en próximos recitales.El show empezó a las 23, con una hora de demora y la gente debió esperar a la intemperie, bajo una continua llovizna, con intenso frío y sin paraguas, ya que no permitían ingresar al predio con paraguas, ni con equipos de mate, alimentos o bebidas. Con ansias de ver a su tan querido Marco Antonio Solís, el público supo aceptar estas condiciones y dejaron los paraguas colgados en las vallas de acceso. Lo cierto es que a medida que la espera se hacía más larga, la paciencia se achicaba y fue allí donde varios comenzaron a reclamar a gritos “devuelvan los paraguas, no estamos mojando”. Algunos más precavidos llevaron camperas con capuchas o pilotines para hacerle frente a la lluvia. Toda la previa fue bajo una intermitente llovizna que se detuvo, al fin, unos 15 minutos después del inicio del show. En otro orden, la tarea más complicada a hora de la cobertura periodística del espectáculo fue para los reporteros gráficos y camarógrafos de los medios locales y de Paraguay (también presentes) ya que sólo le permitieron tomar fotografías durante las tres primeras canciones del show. Al concluir el tercer tema, los agentes de seguridad acompañaron amablemente a los reporteros hasta la puerta de acceso. En caso de que los fotógrafos o camarógrafos quisieran ingresar al show nuevamente podían hacerlo pero sin sus equipos. A esto se le sumó la limitación en cuanto a ubicación, ya que situaron a los reporteros y camarógrafos a aproximadamente 50 metros del escenario (atrás del público de los sectores VIP Gold y VIP) y en esta oportunidad, no les permitieron subir al mangrullo (a diferencia del recital de Ricardo Arjona, donde sí tuvieron acceso a ese lugar). Dada las condiciones, fue todo un desafío para camarógrafos y fotógrafos lograr las mejores imágenes.





Discussion about this post