A veces la naturaleza nos regala un momento y de pronto somos felices espectadores de escenas poco comunes, los animales aparecen frente a nuestros ojos en actitudes que no dejan de sorprendernos y se muestran sin inhibiciones, esto se da muchas veces cuando caminamos a la vera de algunos de los arroyos que serpentean en nuestra provincia. Se trata de una actividad gratificante por las experiencias que se viven, nuestra cabeza se llena de sonidos e imágenes que perduran, y nos permiten sobrellevar de mejor manera el ajetreado ritmo cotidiano.Recientemente se habilitó al público la Reserva urbana Arroyo Itá, y es en este lugar, precisamente, donde hoy la naturaleza lentamente se está recuperando, prueba de ello es la presencia de algunas especies interesantes y poco vistas en un ámbito tan urbanizado, tal es el caso la especie que compartimos hoy con los amigos lectores.Hace unos días, recorriendo el sector posterior al puente peatonal que cruza el arroyo, escuchábamos el canto de esta hermosísima especie, la Pollona azul (Porphyrula Martinica), desde lo profundo del pastizal que bordea el arroyo. Permanecer ocultos detrás de un tártago nos permitió registrar su aparición frente a nuestros ojos, a menos de 5 metros de distancia. Pueden apreciar en las imágenes la pose de la Pollona, la que parece estar posando para la foto en una hermosa actitud casi engreída, como si fuera conciente de su exótica belleza.Más caminadora y nadadora que la Pollona negra, esta habitante de nuestros arroyos tiene una llamativa coloración brillante azul violácea. El dorso es verdoso, la parte inferior de la cola es de color blanco. Tiene el escudete celeste y su pico es rojo, con el ápice o extremo amarillo y sus patas son del mismo tono.Mide 28 centímetros de longitud y habita ambientes acuáticos con vegetación, construye su nido en una estructura flotante en ambientes palustres, pone cinco a diez huevos y su colorido es crema con manchas color castaño.Su dieta es omnívora, incluye una variedad de plantas y materia animal, incluso semillas, hojas y frutas de plantas acuáticas y terrestres, así como insectos, ranas, caracoles, arañas, gusanos de tierra y peces. También sabe predar huevos y joven de otros pájaros.Registros como el que logramos sorprenden, ya que ocurren en lugares muy urbanizados, con mucha gente y vehículos transitando en los alrededores. Dos son las avenidas que sirven de límite a esta reserva, la Urquiza (hacia el Norte) y la Alem hacia (al Sur). Si tenemos suerte, lograremos observar cerca de 50 especies de aves conviviendo en este nuevo atractivo espacio para los amantes de la naturaleza en Posadas. Desde el Grupo Aves del NEA celebramos y acompañamos este tipo de iniciativas y emprendimientos que dan valor a la flora y fauna del lugar, ya que es una herramienta fundamental no solo para preservar parte de la biodiversidad representativa, sino también para encarar programas educativos en distintos lugares y generar lentamente un efecto multiplicador, para que en un futuro sean más y más las zonas protegidas y nuestros hijos tengan opciones para ir en busca del contacto con la naturaleza para disfrutar y aprender de ella.Por Grupo Aves del NEAwww/avesdelnea.blogspot.com.arwww.facebook.com/AvesdelNEA





Discussion about this post