BUENOS AIRES (Medios digitales). Finalmente se confirmó lo que tanto sospechaban los investigadores del caso: Ángeles Rawson, la joven de 16 años que apareció el martes estrangulada en una planta de tratamiento de residuos de la Ceamse de José León Suárez, estuvo en su casa antes de ser asesinada.La confirmación surge de las cámaras de seguridad de la zona que registraron cuando entra a su domicilio y de las pruebas recolectadas el pasado miércoles a la noche durante el allanamiento en la vivienda que la víctima compartía con su familia en Ravignani 2360. Allí, la Policía Científica trabajó durante al menos tres horas en presencia de la fiscal María Paula Asaro y pudieron comprobar que Ángeles se cambió las zapatillas con las que había ido a la clase de gimnasia en el predio del Ceamse en Colegiales, donde fue vista por última vez por sus compañeras de curso el lunes por la mañana. Además, se halló en su habitación la mochila con la que también había concurrido a la clase de educación física, según testimonios de sus amigas. Es así que la investigación dio ayer un vuelco repentino que ahora parece hacer foco en el entorno familiar de la víctima y que fue, en parte, motivado por los resultados que arrojó la autopsia: que la joven no habría sido violada ni presentaba otros signos de violencia aparte de la que generó su muerte por estrangulamiento. Todo indicaría entonces que la joven salió de la clase de gimnasia el lunes a las 9.45 y caminó hasta su casa, donde se cambió las zapatillas y dejó su mochila. Lo que aún se desconoce es si volvió a salir de la vivienda en el transcurso del día.Durante el allanamiento, la Policía Científica secuestró la PC de la víctima, la notebook de la madre, la mochila con los útiles, una sábana blanca manchada con sangre de la cama del hermano mayor de la joven, ropa y objetos varios donde puedan hallarse rastros genéticos y que salían del departamento en cajas y valijas que cargaba la Policía. El padrastro de Ángeles, Sergio Opatowski, debió abandonar el velorio en Vicente López para abrir la propiedad y presenciar el operativo. Luego del allanamiento, salió a la calle junto a su abogada, la doctora Patricia Ruso, y habló con la prensa: “Me siento shockeado porque fue una invasión y parece que uno es el asesino de su propia hija”, dijo y en relación a la teoría del arma homicida explicó: “Recién me entero lo de la tanza. Yo le dije a la Policía que soy pescador profesional”. Además, afirmó que le revisaron todos los equipos de pesca. Al respecto dijo: “Se los querían llevar pero les dije que no porque yo trabajo de esto”. Respecto a la sábana incautada, Opatowski explicó: “Se llevaron una sábana de mi hijo mayor porque lo operaron de una fístula en la cola en febrero y había una mancha de sangre. La mochila siempre estuvo acá. Yo desayuné con ella a las 8 de la mañana, (Ángeles) salió de casa y yo me fui a hacer unas cobranzas. Ella nunca volvió”, afirmó. La conclusión que Opatowski sacó en referencia a los resultados de la autopsia es que Ángeles fue interceptada por alguien camino a su casa y que se habría resistido a ser abusada sexualmente. “Quizá ella se resistió y él (agresor) se molestó por eso y la ahorcó, pero ella no fue violada”.




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