BUENOS AIRES (DyN). A tres días del partido que podría decretar su primer descenso de categoría, el plantel de Independiente se entrenaba ayer sin la presencia de su director técnico, Miguel Ángel Brindisi, quien sufre un fuerte estado gripal.Brindisi no pudo concurrir a la práctica, que se realizaba en la cancha de Tristán Suárez, en Ezeiza, al amanecer con gripe, y entonces el encargado de dirigirla fue Ariel Wiktor, el técnico de la Reserva.El entrenamiento se realizaba nuevamente con una fuerte custodia policial, ante el temor de que barrabravas lleguen al lugar para amedrentar a los jugadores.Los habituales titulares se entrenaban con miras al clásico del sábado ante San Lorenzo, en el que Independiente está obligado a ganar para tener alguna chance de mantener la categoría, aunque también depende de que San Martín de San Juan no saque más de dos puntos en las últimas dos fechas y de que Argentinos pierda sus dos partidos.Por su parte, el arquero Diego Rodríguez aseguró que el equipo no está rendido y pidió: “Debemos focalizarnos en nosotros”. El “Ruso” también reconoció: “Nunca imaginé vivir esto. Es una situación difícil y desgasta a cualquier plantel”.





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