POSADAS. “Lo que yo digo es que nosotros administramos pobreza, desnutrición, violencia, prostitución infantil, abusos, en fin… tantas cosas tan duras y crudas que el ser humano atraviesa y que pasan por nuestras manos, debemos ser muy fuertes para afrontarlas”, aseguró Claudia Lagardo, directora de la Asociación Civil Nuevo Horizonte. Lagardo recibió a PRIMERA EDICIÓN en la sede del organismo y allí contó los trabajos que realizan desde hace ya catorce años, en pos de los niños y que crece día a día. “Hoy en día tenemos en toda la provincia nueve centros de atención, con una población de niños de 3 a 18 años. Y cada uno cuenta con apoyo escolar, salud, nutrición, deportes, talleres de cultura, atención pedagógica y psicológica, los chicos realizan un sinfín de actividades, paseos, salidas, viajes. Además les damos el desayuno, almuerzo y merienda en Iguazú y Oberá”, indicó Claudia. Comunidades aborígenesEntre los cientos de proyectos que afrontan desde la asociación, Lagardo contó que ultimamente se encuentran abocados en un trabajo en conjunto con las comunidades aborígenes. “El año pasado comenzamos a atender las necesidades de las comunidades aborígenes. Primero observamos la problemática, después nos acercamos, empezamos a dialogar con los integrantes, con el cacique y ahí, una vez que conocimos su etnia, sus costumbres, tomamos el desafío de trabajar desde un componente intercultural bilingüe”, relató y añadió: “Durante todo un año realizamos un estudio y con el diagnóstico final detectamos los problemas en salud y educación, pero también las habilidades de cada uno, que es un recurso que los aborígenes tienen para salir adelante y mejorar su calidad de vida”. “En cuanto a la situación escolar, detectamos que en la mayoría de los casos las comunidades no cuentan con escuelas bilingüe y eso es todo un tema que impide la educación de los niños guaraníes. Entonces, con esa información de base, armamos un componente educativo con una docente, un tallerista y también se trabaja con los adultos artesanos de la comunidad de Profundidad, quienes estuvieron todo el año pasado en la plazoleta de la avenida Mitre de Posadas, allí tomamos contacto con el cacique Mario Ramírez”, finalizó. “Si se quiere, se puede”Lagardo dijo que desde el Estado se puede hacer más porque tiene las cuestiones básicas para trabajar. “Cuenta con todos los materiales y herramientas para ayudar a los chicos”, manifestó. “Un niño que trabaja en la calle, adicto, o una comunidad aborigen que mendiga en la ciudad y que afea el paisaje ya no tiene recuperación. Pero con el correr de los años, hemos aprendido que con esfuerzo y dedicación los chicos se pueden recuperar, reinsertarse en las escuelas, en los clubes deportivos”, indicó. “Nosotros tenemos casos testigos de que se puede, que toda persona es recuperable siempre y cuando tenga las oportunidades en sus manos y que también opte por ese camino, claro que hay algunos que no deciden seguir aceptando nuestra ayuda y se alejan de Nuevo Horizonte”, cerró.




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