POZO AZUL, San Pedro. Jorge está a punto de cumplir catorce años y hasta el 25 de marzo era uno más de los jóvenes que asistían normalmente a clases en la escuela local, donde cursaba primer año del secundario. Un día normal y durante un partido de fútbol sufrió un golpe y a partir de ahí comenzó su calvario. Volvió a su casa y se quejó de unos dolores que fueron tratados con analgésicos, pero la dolencia seguía, a los pocos días la llaman a Lucía a la escuela para explicarle que las tareas escolares de Jorge evidenciaban que tenía graves problemas visuales, de hecho, ya no podía prácticamente escribir. Hasta que un día Jorge se desmayó en la escuela; gracias al acompañamiento de una docente (Karina) fue llevado al oculista y derivado para hacerse una tomografía a Eldorado, donde en una clínica le indicaron que tenía un tumor en el cerebro, luego viajó al hospital Garrahan (Buenos Aires), donde estuvo ocho horas en el quirófano para una intervención mediante la que le colocaron una válvula que necesita controles periódicos.Aquí y ahoraLucía Rodríguez de Fleitas es una mujer trabajadora, tiene 47 años y vive con sus dos hijos (Jorge y Lucas) en una humilde casa de madera en Pozo Azul. El encuentro con PRIMERA EDICIÓN se llevó a cabo a la luz de las velas, pues la humilde vivienda es una de las pocas del barrio que no dispone de suministro eléctrico, “no puedo pagarme la bajada”, confió Lucía, “los pocos fondos que consigo son para comprar comida”. Lucía siempre trabajó, hasta que a Jorge le descubrieron el tumor hacía changas diarias en las chacras cercanas a su domicilio, pero dada la atención que requiere su hijo no puede salir más, los poquitos ahorros que tenía los gastó en el viaje a Buenos Aires, cuando le colocaron la válvula a su hijo, y su único ingreso actual es la asignación universal que percibe por Jorge, con eso nos manifiesta que ni siquiera le alcanza para abastecerse de la comida necesaria.“Le pido a la gente y a las autoridades que nos ayuden”Lucía está desesperada, sabe que es fundamental para la vida de su hijo viajar a Buenos Aires para hacerse los controles indicados por los médicos, pero a tres días de la fecha indicada aún no consiguió los pasajes y teme no conseguirlos: “El 15 tenemos que estar (hospital Garrahan) para que le hagan un control de la válvula, estoy desesperada porque no tenemos plata ni para los pasajes, nosotros pedimos los pasajes pero no los conseguimos, yo soy analfabeta y no conozco mucho, para ir a Buenos Aires tengo que ir con mis dos hijos, porque Jorge está casi ciego y yo sola con él no puedo, necesitamos que alguien nos consiga los pasajes porque mi hijo tiene que hacerse el control. Soy una mujer trabajadora, nunca pedí nada pero ahora necesito ayuda, con lo que cobro de salario comemos mal y no nos sobra para viajar, le pido a la gente y a las autoridades que nos ayuden con los pasajes aunque sea, es una cuestión de salud, es por mi hijo”, clamó.PRIMERA EDICIÓN se hace eco de este desesperado pedido y confía en que las autoridades tomarán las acciones necesarias para que Jorge pueda viajar al Garrahan.





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