WASHINGTON, Estados Unidos (Agencias). La reforma migratoria superó la primera gran prueba para convertirse en la ley que regularice la situación de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. El Senado, por una contundente e inesperada mayoría, 82 votos a favor y 15 en contra, autorizó que la propuesta legislativa promocionada por un grupo bipartito de senadores sea debatida en el pleno de la Cámara alta antes del receso del 4 de julio.Aunque se preveía que, finalmente, la norma lograría arrancar el apoyo suficiente de republicanos para lograr el mínimo de 60 de votos necesarios para respaldar el envío de la norma al pleno, ni los más optimistas esperaban un apoyo tan considerable, algo que augura buenas perspectivas para que la reforma sea aprobada definitivamente en el Senado, si bien varios legisladores conservadores han advertido de que su voto a favor de que se debata la ley no implica que la vayan a aprobar en la votación final.El presidente Barack Obama, que hizo de la reforma inmigratoria prioridad en su segundo mandato, habló en un acto en la Casa Blanca donde elogió los esfuerzos del Senado y renovó el llamado a aprobar la reforma. “Éste es el mejor momento para cambiar un sistema migratoria corrompido. No hay razón para que el Congreso no logre hacer algo para el verano”, afirmó Obama ayer durante una conferencia.La ley, que se debatirá en las próximas semanas, incluye medidas para reforzar la seguridad en la frontera, cambios en las condiciones de internamiento de los sin papeles que esperan a la deportación, la propuesta conocida como Dream Act para jóvenes indocumentados, nuevos permisos para trabajadores temporales o una importante renovación del programa de visados para profesionales especializados.





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