Posadas. Juana Moreira tiene su quiosco en el acceso al barrio San Jorge, sobre la colectora hacia el puente Zaimán, todavía está conmocionada y no puede evitar las lágrimas al recordar a su amiga que el sábado falleció cuando intentaba trasponer la ruta para ir a visitarla y fue atropellada. Murió prácticamente en el acto.“No puedo explicar cómo me siento, no puedo creer, me había enviado un mensaje de texto antes de venir”, recordó Juana, al tiempo que reclamó más iluminación y seguridad en la zona, que aunque tiene un puente peatonal, muchos vecinos prefieren arriesgarse y cruzar por la ruta que “enfrentarse con quienes se juntan en las escaleras”. “Las ambulancias para mí llegaron rápido, en pocos minutos, pero yo recién cerca de las 21.30 me enteré que era mi amiga Margarita la que fue atropellada”, relató Juana, junto a otra vecina, Mariana Miranda, quien señaló que conocidos que estaban en la cancha de enfrente también estuvieron y llamaron a la ambulancia. Juana, quien justo en el acceso al barrio tiene su quiosco hace más de una década, manifestó que en esa zona, además de la falta de luz, el problema de la inseguridad hace que la mayoría evite utilizar el puente aéreo. “Por un lado se mueve todo, muchos tienen vértigo, además la mayoría dice que se arriesga a cruzar por abajo con el peligro de que te choque un camión, antes que terminar apuñalado y con las tripas al aire”, graficó.De acuerdo con la mujer, que diariamente es testigo de lo que ocurre en la zona, “el problema es la inseguridad, ahí (señalando el puente peatonal) se juntan chorros, vagos y faloperos”. Maidana, quien reside a metros de la casa de Juana, relató que es muy necesario el mantenimiento a los costados del puente sobre el arroyo, donde reclaman iluminación hace más de tres años. Algunos días las farolas se encienden, tras el accidente el lunes prendieron algunas, aunque cerca de la medianoche ninguna funcionaba y la oscuridad era total en el tramo desde el puente aéreo hasta el mayorista. “Los ciclistas y peatones que deben trasponer el puente sobre el arroyo todo el tiempo corren riesgo de vida, porque cuando llueve se inunda y deben caminar sobre la cinta asfáltica sin alternativa”, agregó Marcelino Ríos. El vecino agregó que por milagro no hubo accidentes con los niños de la escuela de la zona, pero “todos los días estamos con el corazón en la boca”.Hugo Zapata, otro habitante del lugar, también pidió más iluminación, ya que la oscuridad es aprovechada por los delincuentes. “Ahí (por los costados del puente) hace falta limpieza, por el barro la gente no puede cruzar, es muy peligroso”, agregó.





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