PUERTO IGUAZÚ. Las previsiones se cumplieron y finalmente el subcomisario Carlos Alberto Ojeda fue procesado ayer por la Justicia misionera, acusado de liberar zonas, asegurar la fuga de los ladrones y obstaculizar la investigación posterior, en los robos al supermercado “Parbras” y a la financiera “Fininver”, ambos de Puerto Iguazú, cuando se desempeñaba como jefe de Investigaciones de la Unidad Regional V de esa ciudad.“Partícipe secundario de robo calificado, dos hechos, agravado por su condición de funcionario público, en concurso real; e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, es la carátula que pesa sobre el uniformado, actualmente en situación de disponibilidad. De todas maneras, debido a que la Justicia acreditó su responsabilidad como “partícipe secundario” -es decir que, sin él, los episodios delictivos pudieron haberse cometido de todas maneras- a última hora de ayer Ojeda recuperó la libertad.En tanto, Diego Armando Barreto y Lucas Gabriel Rodríguez fueron imputados como autores materiales de ambos robos, mientras que Alfredo Rodríguez Silva fue acusado como “partícipe primario” -quiere decir que sin su accionar el delito no se hubiese cometido tal como sucedió- al acreditarse que prestó su colaboración con su automóvil, en el que la banda fugó del segundo episodio.Nexos “entre el bien y el mal”El auto de procesamiento fue firmado anoche por el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Iguazú.Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a las fuentes, la evidencia obtenida en la instrucción fue suficiente como para que Fernández Rissi dicte el procesamiento sobre Ojeda con la figura antes mencionada.En síntesis, para el juez quedó acreditado que el subcomisario brindó colaboración suficiente para facilitar la comisión de los hechos, principalmente en el robo a “Parbras”, donde se confirma entonces que facilitó la huida y obstaculizó la investigación posterior con el fin de que fracase. Así, quedaría confirmado entonces que el efectivo policial se comunicaba mediante mensajes de texto con Barreto diciéndole que se quedara en su casa y que no saliera, primero, y luego, cuando se avecinaba un allanamiento, que abandonara el lugar.Además, sobre la “liberación de las zonas”, la Justicia entendió que Ojeda se valió de su condición de funcionario policial para despejar los escenarios. Al respecto, consta en el expediente la declaración de un efectivo de guardia que asegura que el subcomisario llamó por la madrugada para conocer las ubicaciones de los patrulleros. Ese día, el del robo, casualmente se desempeñaba como jefe de turno de la Unidad Regional V.De todas maneras, según se establece en los artículos 45 y 46 del Código Penal Argentino, la conducta de Ojeda se encuadra dentro de la figura de “partícipe secundaria”. Esto quiere decir que la colaboración del policía existió, pero los hechos investigados bien podrían haberse producido de todas maneras.Esta figura prevé la excarcelación, por lo que una vez resuelta su situación penal, Ojeda fue excarcelado y recuperó la libertad. Así aguardará por la continuidad de la instrucción, sujeto a la investigación y con una medida de restricción que lo obliga a presentarse cada quince días ante las autoridades.La misma medida corre para Rodríguez Silva, que había sido excarcelado hace un buen tiempo atrás. Sobre Barreto y Rodríguez, las fuentes informaron que también recibieron la excarcelación en esta causa. No obstante, como cuentan con numerosos antecedentes, hasta anoche la Justicia investigaba si sobre ellos pesaba algún pedido de captura anterior.Ojeda, Barreto, Rodríguez y Rodríguez Silva fueron procesados por la Justicia imputados por los dos robos cometidos en Iguazú. El primero de ellos fue perpetrado en la madrugada del 17 de febrero pasado en el supermercado “Parbras”, emplazado en avenida Tres Fronteras y 9 de Julio, donde luego de escalar y violentar una ventana de chapa, presumiblemente Barreto y Rodríguez se llevaron 71 mil pesos.El segundo episodio ocurrió alrededor de las 5.15 del último 4 de abril en Perito Moreno 217. Los ladrones cortaron la energía y el sistema de alarmas de “Fininver” para llevarse una caja fuerte con 107 mil pesos a bordo del automóvil de Rodríguez Da Silva.Días después, según el testimonio de los policías que lo detuvieron, Barreto “chapeaba” de su contacto con quien entonces era jefe de Investigaciones de Iguazú: “ahora van a ver que, así como entro, salgo; le pego un tubazo a Ojeda y él se encargada de todo”. En situación de disponibilidadComo marca la reglamentación vigente, el subcomisario Ojeda permaneció en situación pasiva desde que fue detenido hasta ayer por la noche, cuando fue excarcelado luego de ser procesado como “partícipe secundario” de los dos hechos de robo, situación que se agrava por tratarse de un funcionario policial.Una vez liberado, automáticamente pasa a situación de disponibilidad, estado en el que se mantendrá hasta que desde Jefatura se resuelva su situación en la fuerza.De todas maneras, los augurios parecieran ser los peores puertas adentro de la Policía. Es que la Justicia comprobó en esta primera instancia que el subcomisario fue cómplice de la banda delictiva en los dos hechos de robo.





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