Científicos de la Universidad de Florida demostraron que, si bien durante el desarrollo el falo de los embriones de las aves gallináceas comienza a crecer, a partir de cierto momento un gen llamado Bmp4 activa un proceso de muerte celular programada que hace que el crecimiento del miembro se detenga, que este se encoja y que, finalmente, desaparezca antes de que el pollo rompa el cascarón. En patos y emus, sin embargo, el gen Bmp4 no se activa y el pene continúa creciendo y se mantiene bien desarrollado en los individuos adultos, tal y como explican los investigadores en la revista Current Biology. Que existan tantas aves sin pene podría deberse a que las hembras han seleccionado a los machos con esta característica, porque la copulación con machos sin falo exige la cooperación de la hembra, y así esta puede tener mayor control de su vida reproductiva. Los investigadores sospechan que el proceso por el cual se comienza a desarrollar una estructura que luego encoge por muerte celular es bastante frecuente en los seres vivos. Otro ejemplo sería la pérdida de las extremidades en las serpientes.





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