CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede (Agencias y diarios digitales). El Papa Francisco dijo ayer que no aspiraba a convertirse en pontífice y que decidió no vivir en los lujosos departamentos papales para preservar su salud mental.Reunido con miles de niños de colegios jesuitas de Italia y Albania, Francisco respondió a algunas preguntas, y en una de ellas una niña, Teresa, le preguntó si deseaba convertirse en el líder de los 1.200 millones de católicos del mundo.“Alguien que quiera ser Papa no se preocupa mucho por sí mismo, Dios no los bendice. Yo no quería ser Papa”, dijo.Otra niña, Caterina, le preguntó por qué se había negado a trasladarse a los fastuosos departamentos papales, optando por vivir en su lugar en una residencia vaticana similar a un hotel. “No es una cuestión de riqueza, sino de personalidad. Necesito vivir entre personas y vivir solo, quizás un poco aislado, no me haría bien”, dijo, añadiendo que tomó la decisión por “razones psiquiátricas”. El ex cardenal argentino Jorge Bergoglio, que ha mostrado un tono de humildad desde que llegó al pontificado en marzo, también dijo que es importante llevar una vida más sencilla, dado el alcance de la pobreza y el sufrimiento en el mundo.“Estos días hay mucha pobreza en el mundo y eso es un escándalo cuando tenemos tantas riquezas y recursos que dar”, dijo. “Todos tenemos que pensar en cómo podemos volvernos un poco más pobres”, agregó.A principios de esta semana, Francisco denunció lo que llamó “cultura del desperdicio” en un mundo cada vez más consumista y dijo que tirar alimentos es como robar comida a los pobres.En otra muestra de la forma en que se ha apartado de la tradición, Francisco decidió pasar su primer verano como pontífice en la Casa de Santa Marta, la residencia del Vaticano en la que se aloja desde que fue elegido en marzo, renunciando así a pasar una temporada de vacaciones en la residencia veraniega papal de Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, informó el Vaticano.El Papa también renunció a trasladarse en agosto, el mes más caluroso del año en Europa, a descansar a los Alpes italianos, como ocurría con sus predecesores.El Papa tiene programada sólo una visita a mediados de julio a la villa veraniega papal, a unos treinta kilómetros de Roma, para rezar el ángelus. El papa emérito Benedicto XVI residió dos meses en este lugar, entre lagos y colinas, con huerta y jardines, antes de trasladarse el 2 de mayo a un convento acondicionado para él dentro del Vaticano.Según el programa papal de los próximos meses, el pontífice argentino suspendió durante el verano “las audiencias privadas y especiales”. Tampoco celebrará las tradicionales audiencias generales de los miércoles durante el mes de julio, que atraen a miles de peregrinos y turistas de todo el mundo.A partir del 7 de agosto retomará las audiencias generales de los miércoles en el Vaticano y no en la residencia de Castel Gandolfo, donde solían retirarse desde el siglo XVII los papas durante los meses de verano, una costumbre respetada también por Juan Pablo II y Benedicto XVI.Cuando ejercía como arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio vivía en un pequeño apartamento y dedicaba el verano a visitar a los fieles, especialmente en los barrios pobres de la capital argentina.El primer Papa latinoamericano, que inicia su jornada muy temprano, seguirá celebrando a partir del 8 de julio la misa matutina en la capilla de la Casa de Santa Marta, pero en privado y no ante grupos de funcionarios e invitados, y sus homilías no serán divulgadas por los medios de comunicación del Vaticano.





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